Con el tomo 25 de Rave vemos
que el autor sigue a lo suyo, creando tramas auxiliares que le ayudan a alargar
la obra y posponer el enfrentamiento. Esto en sí no es malo, y menos cuando lo
que se hace es añadir a otro personaje capaz de usar el Aetherion, pero no me
libro de la impresión de estar ante una vía de servicio previa a la trama que
realmente importa.
Es un volumen repleto de
combates (algo esperable en un manga shonen) y con algún que otro momento que
intenta ser emotivo y no acaba de funcionar.
Digamos que la épica sube un
poco, con asaltos a naves voladores, combates con cada vez más elementos a la
vista y un objetivo en el futuro inmediato que se ve realizable, un tomo que
entretiene y no intenta aspirar a más.
Lo mejor el nuevo personaje,
un villano que no es malo y que conecta con el protagonista cuando ninguno de
los dos sabe lo que es. Estaría bien si cambiara su interés romántico o algo,
aunque me parece que se quedará en un casi.
Y lo que cada tomo que pasa es
más apreciable es la obsesión de Mashima por dibujar a sus personajes femeninos
ligeritos de ropa. En fin, cada uno tiene sus vicios.
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