Parece que éste vaya a ser el
año de Urasawa en el blog, y no sólo por el repaso que le he dado a 20th
Century boys o porque esté comprando Billy bat (y a final de año le daré un
repaso también) sino porque estoy a puntito de empezar con Master Keaton, otra
obra referente de éste autor.
Dicho esto, pasemos al tomo
que nos ocupa hoy, que es, ni más ni menos, que el decimosexto, tras el cual
sólo nos quedarán cuatro más para terminar con la obra.
En éste tomo sorprende
sobremanera que tengamos casi en exclusiva una trama central: la aparición de
un nuevo dibujante para Billy Bat, un chico un tanto particular (me da malas
vibraciones) que coincide en el vaticinio de que algo malo pasará en suelo
americano, algo relacionado con dos torres gemelas.
De verdad que sigo sin tener ni
idea de los derroteros que tomará éste manga cada vez que me acerco a uno de
sus tomos, y con sólo cuatro volúmenes más por delante debería empezar a
vislumbrar un final, un enemigo a batir o un objetivo. Pues no.
Billy Bat sigue siendo un
manga increíblemente entretenido de leer, con subtramas muy interesantes pero
con una trama general en la que es fácil perderse y que pide una relectura con
toda la obra completa.
Una imprescindible ¿? Para los
fans del thriller sobrenatural, muy probablemente, pero aún sigo sin tenerlo
claro. Yo la disfruto mucho y creo que vale la pena, pero me reservo la opinión
para cuando la termine… un par de veces.
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