Acabado el repaso a la muy
irregular King of Thorn, le toca el turno a éste manga del gran Urasawa. Un
comic nacido de la admiración del maestro por Tezuka, que realizó un homenaje
mediante ésta obra.
Se supone que es un homenaje a
Astroboy, pero llevado al terreno de Urasawa. Así, tenemos un thriller
policíaco futurista en el que un detective robot empieza a investigar dos
crímenes que parecen haber sido perpetrados por la misma persona, alguien que
aparentemente podría intentar acabar con los robots más importantes del mundo.
Como he dicho, se trata de un
thriller en el que el detective va juntando pistas a la par que nosotros nos
hacemos una composición de cómo es el mundo donde transcurre la acción, un
mundo del futuro con androides indistinguibles de los humanos.
Además, tenemos una de las
grandes virtudes de Urasawa, que no es otra que crear pequeñas historias (un
capítulo o dos) con su propio ritmo y personajes que acaban enlazando con la
principal. En éste caso la de un robot de guerra que quiere aprender música con
un compositor de bandas sonoras ciego (grandiosa historia).
Me ha parecido un primer tomo
magistral, uno que no sólo te pone en situación y te pica el gusanillo por
saber hacia dónde irá todo, sino que encima te construye una sociedad y unos
personajes muy carismáticos junto a un trasfondo histórico muy interesante.
Impresionado me hayo con el
arranque de ésta obra, no lo recordaba tan bueno, la verdad. Diría que es
superior incluso al de la última obra de Urasawa que se ha pasado por el blog:
20th Century Boys.
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