Sábado de nuevo, película
estrenada hace un año otra vez (y van 153...) en ésta ocasión le toca a una
película con cierto pedigrí, no en vano viene dirigida por Clint Eastwood e
interpretada por Tom Hanks.
Es una película basada en
hechos reales, en el aterrizaje de un avión en el río Hudson cuando los dos
motores fallaron a la vez al poco de despegar. Una hora y media de metraje en
la que veremos toda la secuencia que llevó al avión hasta el agua junto con la
reacción de la gente ante el milagro de que no muriera nadie y la posterior
investigación para ver si la maniobra fue la mejor elección por parte del
piloto.
Una trama sencilla, pero muy
bien llevada y dirigida por Eastwood, que a película que hace, película en la
que demuestra que debió dejar la actuación antes. Con un montaje muy
inteligente y una gran actuación del siempre solvente Hanks, estaremos
irremediablemente atrapados.
Producción impecable, sonido
atronador (en especial los momentos en los que suenan los motores), historia
con cierta moralina, reivindicación de un personaje real... poco se le puede
achacar a la película.
Es por ello que a poco que os
guste sentaros en el sofá a ver películas podéis darle una oportunidad. Y repito:
es cortita!
Eso sí, la película no es
perfecta, y aunque no tiene ningún error de bulto ni en guion, interpretaciones
o dirección, sí que es cierto que podría haber sido perfectamente un telefilm
si no hubiera caído en las manos en las que cayó. Con ésto quiero decir que es
una película que no intenta ir más allá de contarnos una historia, y quizá
hubiera podido hacerlo dado lo sobrada que va dentro de los márgenes
habituales.
Oficio puro y duro.
Valoración Personal: 8.
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