Hace un ratillo se publicaba
una reseña de la primera entrega de ésta “saga” y en ella venía a deciros que
era una digna heredera de las películas de los 90, con menos acción de lo
esperado y un tono muy chulo. Pues bien, aquí tenemos la secuela.
Con nunca vuelvas atrás nos
quieren seguir contando historias de Jack Reacher, ese ex militar experto en
investigaciones y con cierto gusto por meterse en broncas. Su motivo para
meterse en éste fregado es doble: por un lado le aparece una supuesta
paternidad, mientras que por el otro encarcelan a una amiga suya sin motivo
aparente (y luego van a por él).
El personaje sigue siendo
interesante, sigue habiendo diálogos que parecen sacados de hace más de veinte
años y las escenas de acción están bastante bien. Pero.
Pero la película es netamente
inferior a su primera parte, perdiéndose frescura para acabar siendo una simple
película de acción al uso, una película que no se diferencia en nada de las
decenas de películas del género que pasan sin pena ni gloria por nuestras
pantallas y que deja de lado una trama o una investigación más o menos lograda
para centrarse en la acción.
En mi opinión es un movimiento
conservador que les ha salido mal, ya que la película no es que sea mala o
aburrida, es que simplemente es intrascendente, una película del montón que no
tiene apenas nada que ofrecer y que cualquiera que se acerque a ella olvidará
rápidamente.
Y es una lástima, porque
potencial tenían entre manos, con un personaje ya presentado que podía hacer
frente a un nuevo caso, en el que se podía profundizar un poco más (sobre su
pasado) o con el que desmarcarse un poco de lo típico. Pues no, si es que hasta
le han puesto una supuesta hija para que tenga momentos tiernos...
En fin, una película que no
recomiendo ver, muy justita y que simplemente se dedica a cumplir en un género
en el que no es nada difícil hacerlo. Decepción.
Valoración Personal: 5,5.
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