Passengers es una película que
pasó con más pena que gloria por las pantallas de los cines del mundo
(especialmente en el caso americano), y lo fue pese a un tráiler que me gustó
bastante y a dos actores potentes como reclamo: Chris Pratt y Jennifer
Lawrence. Veamos si el golpe en taquilla estuvo justificado.
La historia de Passengers es
sencilla: una nave colonizadora parte en un viaje de la tierra a otro mundo con
más de cinco mil personas a bordo. Es una nave moderna y autosuficiente, que
lamentablemente sufre un error y despierta a uno de los pasajeros antes de
tiempo. El pobre hombre se enfrenta a noventa años de soledad si no consigue
arreglar su situación.
La película se complicará poco
a poco, y gran parte del atractivo de la misma es conocer la situación del
hombre que despierta, los detalles de la misión y lo que le empuja a hacer lo
que hace.
No diré más porque ya
entraríamos en los tres cuartos de hora de película.
La trama me gusta. Vale que es
sencilla, pero va pasando por distintas fases para transformar lentamente la
película de un género al siguiente, siendo en su conjunto (y según mi opinión)
un buen drama romántico. Incluso podéis esperar momentos dramáticamente
intensos y con unas buenas actuaciones.
La película se sustenta
esencialmente sobre el trabajo de Pratt y Lawrence (con algunos momentos en los que está físicamente espectacular), los dos personajes con
mentalidades muy distintas y situaciones que no tienen nada que ver. Por suerte
los dos actores hacen un muy buen trabajo, sorprendiendo el registro dramático
de Pratt, que debe aguantar sólo durante muchos minutos la película sobre sus
hombros. Vale, no están de premio, pero para lo que les exige la película creo
que no se les puede reprochar nada.
Los efectos especiales también
están bien. Son unos efectos bastante sutiles durante gran parte de la
película, basándose en la ambientación o los interiores de la nave, pero hay
alguna escena en la que se ve que hay mimo (una con ingravidez y agua de por
medio) y llega a incluso a sorprender. Eso sí, repito que al 90% del metraje
son los dos actores, esto es un extra.
El ritmo de la película me ha
parecido muy bueno, no aburriéndome en ningún momento durante las casi dos
horas que dura. Y es complicado conseguir eso cuando apenas hay escenas de
acción o la tensión es más por preocupación hacia los personajes que porque
estén en un peligro inminente. Además, el ir cambiando de género (un par de
veces) hace que vuelvas a engancharte con cada nuevo cambio.
Personalmente creo que la
película ha sido totalmente infravalorada y es una visionado obligado a poco
que te gusten los actores protagonistas o los dramas románticos. Quizá los que
esperaran una nueva Interestelar son los que han salido más escaldados.
Passengers no va de esto, sus pretensiones son muchísimo menores y el tema
espacial es una excusa para el punto de partida y alguno de sus argumentos.
Supongo que el problema fue precisamente ese: esperar una epopeya espacial y
encontrarse algo mucho más pequeñito, aunque igualmente interesante.
Vale la pena? Para mí sin
lugar a dudas.
Valoración Personal: 8,5.
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