Creo que es evidente
que el ritmo con Naruto será de dos tomos por semana, tanto por quitármelo de
encima en menos de un año como por ser mínimamente continuo. Ésto no os quitará
ningún post del blog, simplemente añadirá uno más los miércoles hasta que
termine con la serie.
El tomo de hoy (el
sexto) sigue con la segunda prueba para el exámen de ascenso a ninja de grado
medio, una prueba que debería ser de supervivencia contra los demás equipos
pero que enseguida se complica para el equipo de Naruto.
Es un gustazo ver
cómo el manga te cambia las espectativas y pasa de ser una simple prueba a
usarse para presentar a un villano recurrente (Orochimaru), ver que Sasuke no
está listo aún para enfrentarse a su hermano y seguir dando profundidad a los
secundarios, entre ellos el grupo de Ino o al grandísimo Rock Lee.
Diré lo de siempre:
es un shonen de manual, pero tan bien hecho y bien llevado que le hace un
recomendación obligatoria durante éstos primeros tomos. Y encima el dibujo está
a buen nivel, especialmente algunos fondos o los diseños de los personajes
(totalmente únicos e identificables), no parece la obra de un novato para nada.
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