Otro tomo más de
Naruto que encuentra lugar de descanso eterno en su nueva estantería, y nuevo
tomo que confirma todo lo dicho en los anteriores y consigue mantener el nivel
alto de la obra.
Una de las cosas que
más llama la atención del mismo es el ritmazo que tiene el tomo, pasando de una
cosa a la siguiente sin apenas respirar. El inicio con el entrenamiento de
Naruto y su nuevo maestro no sólo nos presenta al personaje mejor (y la importancia
que va a tener), sino que nos permite ver una evolución en el protagonista, que
culmina con la escena en la que conversa con el zorro de nueve colas y consigue
pactar con él para usar su descomunal poder.
Luego el tomo pasa a
Gaara, un personaje que se está convirtiendo en el Vegeta de Naruto, cabrón a
más no poder pero con un pasado trágico que puede acabar trayéndole a la luz. Y
encima con éste personaje vemos la guerra que se está preparando en las sombras
con su villa aliada con Orochimaru.
Por último está el
arranque del torneo, que simplemente se presenta pero que promete emociones
fuertes de cara a los siguientes tomos.
No puedo parar de
leer.
PD: Hay momentos en
los que los fondos me recuerdan mucho a algunos de los que hacía el maestro
Toriyama (los personajes nada que ver). Soy el único?
Marc Sanz
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