Y ya está, con éste tomo
termina la saga de Aizen, y con éste tomo debería haber terminado (según mi
opinión) toda la historia de Bleach.
Un último combate entre el
protagonista y el antagonista, un combate totalmente desbalanceado y sin ningún
tipo de épica, pero que no por ella deja de ser emocionante. Ese ver a Ichigo
totalmente serio, triste, pero al fin sin dudas... en fin, que al menos al
final sí que ha estado a la altura, con una transformación final tremendamente
molona.
Buen dibujo, flashbacks
interesantes, algún girito inesperado. Pero un cierre digno para un manga que
empezó realmente bien y no ha sabido estar a la altura.
Eso sí, el final agridulce con
el amplio concepto de la transformación “final” de Ichigo me parece un punto
muy a favor de la obra, y un momento que se ignora a posteriori al seguir
adelante con la historia y con otros villanos.
Si Bleach hubiera cerrado aquí
creo que mi opinión al respecto hubiera sido mucho más positiva de lo que acabó
siendo, un manga que aquí ya muestra signos de fatiga y que acabará durando
casi treinta tomos más.
Pero bueno, buen tomo 48.
No hay comentarios:
Publicar un comentario