Llega a su cuarta y última
temporada una comedia que vino sin hacer demasiado ruido y se va siendo de lo
más original que he visto en éste campo en tiempo. Una comedia amable,
simpática, el típico lugar feliz al que apetece volver.
Hablar de la cuarta temporada
sin meterse a destripar nada de las anteriores se antoja complicado, y más en
una serie como ésta, en la que cada temporada gira en torno a un tema con un
giro argumental al final (con mayor o menor fortuna).
Pero bueno, lo que sí que
puedo comentaros son las sensaciones tras terminarla, aquí entramos en el marco
personal. The Good place me ha gustado, creo que ha sudo una última temporada a
la altura de lo planteado anteriormente, una extensión lógica de lo ya visto y
una despedida con cierto tono nostálgico, pero que es la que la serie
necesitaba (el capítulo final está repleto de sentimientos).
También es cierto que la
novedad ya ha pasado, sabemos de qué va esto, quiénes son los personajes y se
nos puede sorprender bastante poco. La serie lo sabe, y tampoco intenta ir a
ello, intenta ir a explotar lo que hemos visto en las tres temporadas
anteriores, unos personajes asentados y que funcionan muy bien, una buena
cosmología y un humor muy particular (aunque tremendamente blanco).
En fin, que se despide una
buena serie de comedia que tenéis disponible entera en Netflix. Personalmente
os digo que le deis una oportunidad a la primera temporada COMPLETA, y si no os
gusta no sigáis porque ya no conectaréis con ella.
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