Ya casi está, dos tomos más y la cosa termina, y la verdad es que me sabe hasta mal, porque cuando me cuentan historias al nivel de éste tomo no puedo dejar de disfrutar todas y cada una de las páginas.
Admintámoslo, Fábulas se ha reinventado cosa mala: la trama inicial hace tiempo que quedó atrás, y ese Señor Oscuro que nos plantearos después tampoco ha durado demasiado. Entonces, porqué ahora me está gustando tanto? Porque me da la sensación que están aprovechando mejor a algunos personajes, centrando el tiro de las historias en ellos y dando como resultado buenos arcos argumentales, más pequeños e independientes.
Es curioso que me pase eso, porque siempre he sido partidario del relato antes que de la novela corta, pero aun así con Fábulas no me pasa.
En éste tomo tenemos dos historias, una de las cuales es el perfecto ejemplo de lo que estoy contando. En menos de 200 páginas se nos cuenta lo que sucede con dos de los hijos de Lobo y Blanca, una historia triste, cruda, que rompe con la inocencia de los dos niños y con un final tremendamente trágico. Y es una trama que funciona en sí misma y relacionada con todo lo que hemos visto antes! Maravilloso.
El único problema que le veo al formato actual es el cansancio, la falta de inspiración que puede llegar en alguna que otra de éstas historias, pero viendo que sólo me faltan dos tomos para terminar, me da a mi en la nariz que eso no va a suceder, que el autor sabe hasta donde puede llegar y no ha querido ir más allá.
Sé que éste comentario se sale del habitual cuando comento
un tomo, pero me apetecía más contaros mis sensaciones que la trama en sí.
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