Si en el tomo anterior dije
que me gustaba bastante más que los dos anteriores, con éste puedo volver a
decir lo mismo, sin lugar a dudas.
Un octavo tomo que se centra
casi exclusivamente en la acción: la lucha de la familia y los exorcistas
contra el demonio gigante ese, además de la del hermano del protagonista contra
el hombre que parece estar desencadenándolo todo.
No sé, me ha dado una
sensación como de saga larga, de tener coherencia con todo lo anterior y de ser
la antesala a cosas aún mejores.
La acción está bastante bien,
algún momento dramático y un muy buen dibujo (de verdad que me encanta). Lo
mejor? El combate del hermano, en el que le van tocando las pelotas para que
reconozca que no todo lo que siente es amor e ilusión…
En fin, un buen tomo para un
buen manga. Espero más como éstos dos últimos en la serie.
Desprende un rollo muy chulo, me gusta.
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