Tras el épico final de la tercera temporada del
Mentalista, en el que SPOILER un Patrick Jane convencido de haber matado a John
el Rojo entregaba su arma a las autoridades FIN SPOILER la gran duda que tenía
era cómo seguirían una serie que giraba en torno a la obsesión de Patrick con
el asesino en serie, y cómo se libraría Patrick de ir a la cárcel.
Así, lo que podría haber sido un estupendo argumento para
hacer una temporada hilvanada y que dejara ligeramente de lado los capítulos auto
conclusivos y no ligados se finiquitó en un solo capítulo y se volvió a las
andadas.
Desgraciadamente, ésta cuarta temporada deja mas de lado
aún lo que ha sido el hilo conductor de la serie, y lo retoma en apenas los dos
últimos capítulos (geniales, por cierto). Dejando un regusto un tanto amargo.
A ver, cada capítulo sigue siendo igual de bueno que
siempre, pero a éstas alturas de la serie uno espera un poquito mas de chicha y
un poquito menos de procedimental; y en lugar de avanzar en esa dirección la
serie retrocede y se vuelve en un 90% capítulos típicos de caso-resolución.
No digo que esté mal. Patrick sigue teniendo su encanto,
Cho tiene una relación, Van Pelt no acaba de recuperarse de lo que le pasó,
Lisbon sigue como siempre y Rigsby tiene un crío… pero son sólo sucedáneos que
alejan de la trama realmente interesante y que aparece demasiado poco.
Si queréis seguir con una serie divertida y sin
complicaciones; ésta cuarta temporada del mentalista lo es mas aún que las
anteriores. Si por el contrario esperabais otro paso delante de la serie, no es
lo que recibiréis.
Yo seguiré viéndola, me encanta la brigada y disfruto sus
casos, pero seguiré teniendo la sensación que no aprovechan todo lo que tienen
entre manos para hacer lo que podría ser una serie inolvidable. Los elementos
están ahí, a ver que hacen con ellos.
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