Hoy os traigo el segundo tomo
de Eureka Seven. Sí, esa serie que me llamó la atención por su dibujo y sus
portadas, pero cuyo primer tomo me decepcionó cosa mala.
Así las cosas, con el segundo
podían pasar dos cosas: o que se confirmara que la cosa no daba para más o que
fuera a mejor. Y ha pasado un poco de cada.
Y lo digo porque me sigue
pareciendo un manga muy, pero que muy flojo, con un punto débil importantísimo:
se hace pesado de leer. Es curioso, porque no es que haya mucha letra y el
dibujo es agradable, pero la sensación de no tener muy claro hacia donde va, y
que se nos cuentan las cosas mal contadas y a saltos (un ritmo de viñetas
completamente nulo, lo contrario a Adachi).
La cosa no acaba de tener todo
el sentido que podría tener, y la sensación es la tener un copy paste de
tópicos que no están ni bien enlazados.
Pero ha ido a mejor (poco) con
lo que mi interior optimista cree que el siguiente me gustará aunque sea un
poquito, entrando en materia y no basándose solo en viñetas bonitas y momentos
de acción (o dramáticos) a los que parece que les falten páginas para ser
explicados.
Sigo decepcionado, pero
supongo que me estoy acostumbrando. Además, es cortita.
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