Empujado por las buenas críticas y por la sequía de
capítulos de mis series favoritas, empecé a ver Mad Men. Sí, esa serie que se
ha llevado tantos premios y que produce la HBO.
La serie nos sitúa en los años 60 en la ciudad de Nueva
York, concretamente en la vida de Don Draper, uno de los mejores publicistas de
la ciudad y estrella de la agencia Sterling Cooper.
En un principio veremos su vida, desde los tratos con
posibles clientes, el proceso creativo con su equipo, su vida familiar… pero
poco a poco iremos indagando en aquellos que le rodean: su nueva secretaria, su
mujer, el resto de empleados, algún cliente…
Y lo haremos poco a poco y de forma natural,
conociéndoles a través tanto de sus acciones como de sus reacciones ante lo que
sucede a su alrededor.
Una serie que tiene el mundo de la publicidad como eje
vertebrador, así como a un protagonista de carácter fuerte y con suficientes
caras como para hacerse interesante; pero que va mucho mas allá, ofreciendo un
retrato de una sociedad (la de esos años) y de las formas de interactuar que tenían
por aquel entonces allende los mares.
Puede que a la serie le cueste demasiado despegar, se
muestre algo lenta e incluso te pueda llegar a echar en sus primeros compases.
Pero pasado el ecuador de la misma, cuando estás ya ubicado y tienes el quién
es quién totalmente claro, empiezas a disfrutarla y a meterte más y más en la
piel de la gente de la agencia.
Machismo, alcoholismo, racismo, abuso del tabaco… un
montón de las propiedades de unos años donde el mundo cambiaba a velocidades
asombrosas.
Además, cuenta con un mas que correcto marco histórico,
con unas elecciones americanas en segundo plano entre Nixon y Kennedy, que
ayuda a situarte y le da mayor realismo.
Casi toda la acción se sitúa entre los bares y la agencia
de publicidad; una acción muy bien hecha, con un acabado de película (de lo
mejor de la serie: lo bien que está recreada la época) y que se engancha a
medida que avanzan los capítulos.
Lástima que no se les de protagonismo antes a los demás
personajes, porque se nota mucho cuando la serie empieza a volverse coral: gana
muchos enteros y se vuelve más interesante.
La recomiendo? De momento la dejaría en stand by, a ver
cómo evoluciona en sus siguientes temporadas. Es una muy buena serie, pero peca
(como ya he dicho) de lenta al inicio, con 13 capítulos algo irregulares y que
tiene aún mucho por ofrecer; ya os diré si debéis verla o no cuando me haga con
la segunda temporada.
Eso sí, si os llama mucho la atención, dadle una
oportunidad, lo mas fácil es que os guste pero no os entusiasme.
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