Hace unas semanas colgué la
reseña del primer libro de la saga en la que se basa la serie True Blood. Dije
que seguiría con la saga pese a no engancharme demasiado esa primera novela, y
cumpliendo con lo dicho os traigo éste Vivir y Morir en Dallas.
Historia: Sookie
Stackhouse está pasando una mala racha: su compañero de trabajo ha sido
asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente
los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos,
desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso sí, pone una única
condición: ningún humano debe ser dañado. Pero eso es muy fácil decirlo
Esta serie, transgresora en su
planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una
nueva y fresca visión de los mismos.
Los personajes principales ya los
tenemos presentados, así que la autora puede meterse en faena con la trama
desde el principio.
En éste libro, Sookie será
contratada para que use su telepatía en Dallas para encontrar a un vampiro que
ha desaparecido y al que sus compañeros están buscando.
Además, un amigo es asesinado al
empezar la novela, y un nuevo ser sobrenatural parece que ronda los bosques de
los alrededores.
Las dos últimas tramas la verdad
es que ocupan poco espacio en la novela, le dan variedad, pero se te olvidan
durante todo el núcleo de la misma. Por otro lado, el tema de Dallas es el que
se lleva el mayor peso, y no sólo porque ocupe más páginas, sino porque
conoceremos algunas cosillas más sobre el mundo en el que se ambientan los
libros (como la presencia de una secta anti vampiros, cómo se comportan en
nidos amplios o detalles de su convivencia con los humanos).
Tramas que no tienen demasiado
tiempo para desarrollarse (la novela es corta), pero que saben entretener con
su mezcla de sangre, erotismo, seres sobrenaturales y misterio (quién es el
asesino, o dónde está el vampiro desaparecido).
Personajes: Tenemos a los
viejos conocidos más los nuevos que aparecen por el viaje a Dallas.
Stackhouse: Con la abuela muerta ya sólo quedan Jason y Sookie. El
primero apenas aparece, así que tenemos a Sookie como única representante del
clan.
La joven parece bastante segura
de su relación con Bill, además de no mostrarse nerviosa con los demás vampiros
(incluso encarándose con algunos). Muestra una personalidad más fuerte que en
la anterior novela, aunque bien es verdad que hace algunas cosas sin pensar
demasiado en ellas y las consecuencias que pueden tener.
Vampiros: Conoceremos a unos cuantos vampiros más, aunque se
esbozan muy superficialmente en la mayoría de casos (sobre todo los de Dallas).
Destaca el mayor protagonismo que
tiene Eric (el vampiro vikingo), un personaje que me parece bastante más
atractivo que el algo soso Bill. El primero se muestra mucho más abierto y
cruel, mientras que al segundo lo definiría como apagado si no fuera por sus
escenas de sexo.
De los de Dallas vale la pena
destacar al líder del grupo y al vampiro milenario que se encuentra Sookie y
que quiere perder la vida por todo el mal que ha hecho a lo largo de los
siglos.
Otros: Un buen puñado de personajes con ideas propias pueden ir
aquí, aunque (de nuevo), debido a lo corta que es la novela poco peso tienen.
Desde los Bellfleur (Andy y su
hermana) que aparecen bastante la inicio y al final, implicándose en la trama
del asesinato, hasta la ménade (el ser sobrenatural que anda por los bosques).
Todos los demás secundarios son tan poco importantes que no vale la pena
mencionar ni sus nombres.
Como curiosidad, comentar la
aparición del personaje de Tara, tan central en la serie y que tan poco sale
aquí.
Opinión Personal: Vivir y Morir en Dallas viene a ser más de lo
mismo respecto a la primera novela de la saga de Sookie.
Una saga vampírica donde los sentimientos y la vida de la protagonista
son lo interesante, dejando de lado cosas más interesante como la lucha por los
derechos vampíricos, su organización, otros seres sobrenaturales… todo se pasa
de puntillas para contarnos la historia de ésta camarera con poderes
telepáticos.
Lo bueno es que poco a poco se va implicando más en el mundo vampírico, y
que aunque sea por casualidad se mezcla con tramas que sí valen algo la pena
(la de Godric me ha gustado).
Como ejemplo de lo poco que se aprovecha el entorno que tiene la saga
estaría la incursión en la Iglesia del Sol, una incursión de la que sabemos tan
sólo lo que ve Sookie, dejando de lado quienes son, qué poder tienen o cosas
similares.
Así que, incluso con tres tramas y abriendo algo el abanico de
situaciones, la segunda parte de ésta longeva saga sigue sin atraparme,
dejándome con la misma sensación que el anterior.
Una especie de quiero y no puedo, que sí entretiene. Y sí, tiene la
virtud de no alargarse absurdamente. Pero al que le falta para convertirse en
una saga de cabecera (incluso da la sensación a veces de que faltan párrafos…).
Sigo sin recomendarlo, pero como tampoco me parece malo, leeré el tercero
a ver qué tal. Total, para un par de tardes que duran…
Valoración Personal: 7.