Y otro tomo en el que sigue la
eliminatoria entre el Seigaku y el St. Rudolph, sí, el equipo que tiene un
manager bastante repelentillo que se cree saberlo todo y que usa a sus jugadores
como si fuera klinex.
Dos partidos interesantes, al
menos a priori. El primero entre Echizen y el hermano de Fuji, y el segundo
entre el ya nombrado repelente y el mismo Fuji.
Entre nuevas técnicas,
humillaciones y flashbacks (interesante lo cansino que puede ser ser el hermano
pequeño de alguien) pasa la eliminatoria del Seigaku, que ya ha pasado al
siguiente torneo pase lo que pase en las dos siguientes eliminatorias.
Igual me ha gustado más el
siguiente trozo, en el que el Fudomine jugaba contra el favorito. Lo chulo ha
sido que por pensar que no eran nadie y jugar con los suplentes de entrada ha
ganado el que parecía no tener nada que hacer.
Y ya, un tomo más rápido y en
el que pasan más cosas que en el anterior. Y es un buen síntoma para un manga
de deporte cuando te interesa el partido entre dos equipos que no son los del
protagonista.
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