Aprovechando las estupendas y
regulares rebajas de Steam, me hice con un juego de estrategia, de esos de
gestionar una zona con todos sus recursos. El juego en cuestión era Tropico 3.
Historia: En los juegos de
gestión de éste tipo, la historia acostumbra a ser lo de menos, una mera excusa
para empezar una de esas partidas larguísimas en modo libre en las que crear la
ciudad que queremos sin las restricciones de la campaña.
Pero la campaña tiene historia.
De hecho, la historia de la campaña
impregna muchos de los apartados del juego, y le da un toque de humor que le
viene muy bien.
Así, a lo largo de distintas
misiones encarnaremos a un dictador cualquiera de un país tropical (pudiendo
coger uno histórico y real o hacernos nosotros al nuestro). Como dictador,
tendremos control absoluto sobre lo que sucede en la isla, teniendo que cumplir
ciertos requisitos para ir avanzando entre una misión y la siguiente.
De nosotros dependerá cómo
encaremos las distintas misiones, ya seamos unos corruptos capitalistas, nos
aliemos con la URSS o queramos explotar a nuestro pueblo. Son muchas las formas
de encarar cada misión, y eso se agradece.
Apartado Técnico: Para el
tipo de juego que es, queda todo resultón: paisajes de islas tropicales, buena
recreación del agua, los habitantes y turistas moviéndose por la isla,
edificios artísticamente bien hechos…
El problema viene en cuanto a la
variedad de dichos edificios. Sí, hay unos cuantos, pero acabamos haciendo
siempre el mismo tipo de casas, lo que convierte casi todas las islas en
clones. Además, el resto de edificios son todos iguales (un modelo de garaje,
uno de instituto, universidad, iglesia, etc…) Debería haber varios tipos de
edificios de cada, para poder personalizar mejor la isla.
En lo que a potencia bruta se
refiere, el juego anda bastante escaso, pudiendo moverlo al máximo en un portátil
con más de seis años…
Por otro lado, la música (salsa
en su mayor parte) y los comentarios de nuestro consejero (siempre en
castellano y con un tono muy desenfadado) dan un toque muy caribeño al apartado
sonoro. Que también se vuelve repetitivo por la escasez de tema musicales.
Digamos que visualmente cumple
(sin alardes) y que el sonido sorprende favorablemente de entrada, pero se hace
cansino conforme pasan las horas de partida y seguimos oyendo lo mismo.
Jugabilidad: El juego nos
invita a controlar distintas islas (una en cada misión) del caribe y cumplir
con ellas algunos requisitos. Para ello deberemos construir edificios,
promulgar leyes e intentar mantener contentos a nuestros habitantes, las
facciones de la isla y a las potencias extranjeras.
Si no somos capaces de mantener
el equilibrio entre ir avanzando y tener a casi todo el mundo más o menos
contento, empezaremos a tener revueltas o incluso podemos acabar invadidos.
La mecánica es muy simple:
decidir qué construir, dónde y esperar a que nuestros obreros se dignen a
desplazarse. De entrada puede parecer fácil, pero el poder graduar cosas como
los salarios, la cantidad de comida que reciben, cuántos militares queremos o
qué tipo de economía desarrollar puede traernos más de un quebradero de cabeza.
Con éste sistema el juego nos da
unas primeras 10/15 horas muy buenas, donde experimentamos con distintas combinaciones
y probamos a hacer la ciudad de nuestros sueños. Pero pasado dicho tiempo la
mecánica se vuelve repetitiva, así como la música y los escenarios.
Opinión personal: Tropico 3 tiene una buena base para que
pasemos unas cuantas horas pegados al teclado y al ratón, pero pasadas dichas
horas dejará de interesarnos lo más mínimo y pasaremos a otra cosa.
Y es una pena, porque la idea y algunas de las opciones son para un juego
que debería durarnos muchísimo más tiempo. Es como si no tuvieran los recursos
para hacer que el producto de un paso adelante y pueda codearse con los grandes
de su género.
Tal y como está queda como una buena propuesta de corta duración. Y eso,
en un género donde puedes pasarte cientos de horas haciendo la ciudad que
quieras es una auténtica lástima, dejándole lejos de propuestas como la de Anno
o los Sim City.
Tiene a favor que es fácil aprender a jugar, y que los primeros momentos
son muy buenos: nuestro asesor con acento caribeño suelta auténticas perlas al
dirigirse a nosotros, y el ambiente de la isla invita a ver qué podemos hacer
con ella.
Espero que en futuras entregas de la saga le den más variedad al asunto
(sobretodo audio visual).
Por mi parte no me arrepiento de la compra, ya que por los dos euros y
medio que costó lo doy por más que amortizado XD. Pero a precio normal no creo
que valga la pena.
Valoración Personal: 7.
No hay comentarios:
Publicar un comentario