Hoy os traigo la segunda parte de la saga más
larga que le han publicado a Peter F. Hamilton en castellano, la trilogía del
Vacío. Concretamente el Vacío Temporal.
La primera estuvo muy bien, pero tenía
algunas cosillas que evitaron que llegara al nivel de la Estrella de Pandora y
su continuación. Entonces, el Vacío Temporal será lo suficientemente buena como
para llevarse un 10?
Historia: La Federación Intersolar se agita: la partida de la Peregrinación de
Sueño Vivo hacia el Vacío es inminente y con la flota enemiga acercándose en
misión genocida, estalla una guerra intestina por el destino de la humanidad.
Pero la Federación cuenta con Paula Myo, una investigadora implacable acosada
por viejos enemigos y colegas de dudosa lealtad. En Colwyn, Araminta descubre
que es la Segunda Soñadora, y debe huir. Y Edeard, el Caminante de las Aguas,
que vivió hace mucho en el Vacío, es el mesías de Sueño Vivo; su cruzada contra
la injusticia inspira a millones de humanos. La gloria de Edeard impulsa a la
Peregrinación, y conforme se aproxima su triunfo, la naturaleza del Vacío se
revela.
Peter F. Hamilton nació en Rutland, en 1960, y es uno de los grandes
autores británicos de ciencia ficción, a la altura de Alastair Reynolds, de
Iain M. Banks y del estadounidense William Gibson.
La trama en la que el Vacío
parece que devorará a toda la galaxia sigue adelante, con las distintas
facciones moviendo sus piezas y preparándose para el momento en que tengan que
poner toda la carne en el asador.
Aunque por poderosas que sean
las facciones intergalácticas necesitas a la Segunda Soñadora para entrar en el
Vacío (o impedir que otros entren), así que ésta muchacha es una pieza central
de un puzzle que se escapa a su control.
Pero la trama intergaláctica
queda algo desdibujada en ésta segunda novela, en la que lo que realmente
interesa al autor es contarnos la vida de Edeard, el hombre que vive dentro del
Vacío y con el que Íñigo soñó hace años. Un hombre cuya vida ha creado una
religión y cuyos valores han empujado a miles de millones de personas a querer
entrar en el Vacío, aunque eso signifique el fin del resto de la galaxia.
Y la vida de Edeard es a
priori una vida sencilla dedicada a mejorar un mundo sin apenas tecnología, con
una ciudad central en la que se desarrolla un porcentaje altísimo del libro y
en el que veremos los sueños que cambiaron la visión de la galaxia por parte de
miles de millones.
Es una trama a priori
sencilla, al menos en lo que a Edeard se refiere, casi podría decirse que es
más fantasía épica que ciencia ficción; y el dejar de lado durante casi todo el
libro a tantos personajes que se nos presentaron en el primero hace que te
olvides un poco de lo que está pasando fuera para centrarte en lo que está
pasando dentro (del Vacío).
Personajes: Al contrario que en la novela anterior, en
ésta más que aparecer nuevos personajes parece que haya una implosión, dejando
de lado a gran parte de los que tenían importancia (y tendrán) para centrarse
en Edeard y su vida. La cosa queda más o menos así:
Iñigo/Aaron/Corrie-Lyn: Una vez se reúnen éstos tres personajes
(con lo que ha costado) tenemos muy pocos trozos con ellos, sólo para darnos
una idea del potencial de Iñigo y la relación que tuvo con la chica, o la implacabilidad
de Aaron. Pero para las vueltas que dio la primera novela hasta que estuvieron
juntos, poca cosa avanzan (como Troblum, otro que desaparece).
Miembros de ANA: Trabajadores de la facciones. Es chulo ver que las
facciones dentro de ANA siguen peleándose por el premio gordo que supone
Araminta. Al menos en ésta novela conocemos a la líder de facción “mala”: una
tal Ilanthe.
El resto siguen más o menos
como les dejamos, buscando a Araminta o descubrir los planes de la facción
contraria. Justine Burnelli tiene un momento estelar, o Oscar, el repartidor,
Marius, Paula… pero todos en un segundísimo plano.
Araminta: La chica que ha pasado de ser una humilde arregla casas a
la mujer más buscada del universo tiene contacto mental con aquellos que pueden
hacer pasar a la humanidad al interior del Vacío. La chica aún no se hace a la
idea, y sigue huyendo de aquellos que quieren utilizarla.
Edeard: Protagonista absoluto de la novela, aquél que no teníamos
muy claro que pintaba al principio copa la mayoría de páginas con su vida y
hazañas en Makathran, donde intenta hacer la vida mejor para todos los que viven
en la ciudad a la par que va descubriendo sus poderes.
Su parte es una novela dentro
de otra, sin aparente relación y llena de personajes entrañables y momentos
memorables. Con ella Hamilton demuestra que puede adentrarse en otros géneros
con buenísimos resultados.
Opinión Personal: El
Vacío Temporal es una más que digna continuación del Vacío de los Sueños, una
novela que en su metatrama avanza poquísimo, dejando muy de lado lo que sucede
en nuestro Universo para centrarse en el Universo de dentro del Vacío.
Así se crea una
novela que casi podría ser de fantasía épica con algunos toques de ciencia
ficción donde seguiremos la vida de un agente de la ley empeñado en limpiar de
delincuencia su mundo. Y lo bueno es que tiene el poder para hacerlo.
Desgraciadamente
para él, el cambiar el mundo tiene consecuencias que, la mayoría de las veces,
no se pueden prever, lo que lleva a nuevas tramas.
Lo chulo del caso
es que viviremos su vida tal y como la fue conociendo la gente de fuera de su
Universo, y estaremos intrigados hasta el final para saber por qué tanta gente
quiere entrar en Makathran y seguir los pasos de Edeard.
Es una novela
distinta a lo que Hamilton nos tiene acostumbrados, dejando de lado las
descripciones de tecnologías futuristas para centrarse en una trama mucho más
directa y con menos florituras. Y curiosamente lo hace a la perfección, dejándolo
todo encarrilado para la tercera y última parte de la saga.
Al centrar tantas
páginas en una narración algo distinta a la habitual, a veces se tiene la
sensación de que ha olvidado lo que pasa fuera del Universo de Edeard, y eso
con tantos personajes y tramas dando vueltas puede suponer un problema si no se
leen los tres libros seguidos, ya que estaremos desconcertados al empezar la
tercera novela (no recordaremos ya quién es quién).
A mí me ha gustado
incluso más que su primera parte, y me parece excelente que se puedan tocar
enfoques distintos dentro de una misma saga, aportando riqueza al conjunto,
casi como si fueran dos sagas por el precio de una.
Y puedo anticipar
que en la tercera novela se entiendo por qué se ha dedicado tanto tiempo a la
historia de Edeard, aunque siendo objetivos podría haber pasado con un par de
cientos de páginas menos y hablar algo más de lo que sucede fuera.
Aun así, tan bueno
como acostumbra a serlo éste buen hombre. Totalmente recomendable.
Valoración
Personal: 9,6
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