De vez en cuando me apetece
probar productos distintos en el mundo de los videojuegos, de esos indie, que
sin contar con un gran presupuesto se hacen un hueco entre los mejor valorados.
Entre ellos destacó Bastión, un
juego de acción en tercera persona distinto.
Historia: Kid es un chaval
que despierta sin recordar demasiado bien qué ha pasado y se encuentra con su
mundo cuasi en ruinas, con sus habitantes congelados y con un buen puñado de
monstruos campando a sus anchas.
Una calamidad se ha abatido sobre
ese mundo, y nosotros intentaremos ir avanzando por él para descubrir qué ha
pasado.
Es posible que la historia no sea
el colmo de la originalidad (y que tenga demasiada carga dramática), pero tiene
un punto muy interesante, ya que recorreremos el mundo acompañados de una voz
en off que narrará en todo momento lo que Kid va viendo/haciendo o recuerdos
que afloran al ver a según qué personajes o zonas.
Así, más que tener una historia
fuerte y original (que no está mal), lo que tenemos es una nueva forma de
contarla, lo que está muy bien.
Apartado técnico: Si por algo destacó en su momento éste juego
era por tener una apartado visual preciosista. Entornos y enemigos parecen
dibujados a mano en todos y cada uno de los fotogramas (cosa que, de hecho,
creo que hizo).
Dicho entorno gráfico nos hace meternos más en la aventura de Kid, ya que
la viviremos como si de un cuento se tratara, visitando distintos entornos,
todos ellos afectados de una forma u otra por el cataclismo.
En cuanto al sonido y las voces (en inglés) no pasan de correctas.
Además, el que esté la voz en off en inglés hace que, al estar en combate
casi todo el rato, no podamos leer los subtítulos con comodidad, perdiéndonos
partes de la historia si no dominamos el idioma.
Jugabilidad: Aquí no se
han roto demasiado la cabeza, haciendo un juego sencillo de jugar (point and
click) pero con algunas opciones interesantes para el combate (esquivar o
cargar golpes, así como el uso de pociones y ataques especiales).
Y si la base jugable no es
demasiado potente, sí que gana en profundidad cuando añadimos las múltiples
armas con las que podremos contar, así como los distintos niveles que podremos
darles a las mismas (mediante experiencia).
De tal forma que el juego se
adapta a la forma de jugar de cada uno, según qué armas y poderes llevemos
equipados en cada momento.
El sistema de combate incorpora,
además, un método que prima el sincronizar bien los golpes y las paradas,
premiándonos por estar atentos y jugar bien.
Ah, y que no se me olvide decir
que no se trata de un juego sencillo, sobre todo en su tramo final.
Opinión personal: Estamos ante un juego distinto, primero por su apartado visual, que
cuenta con un currazo impresionante y deleita a la vista sin necesidad de usar
la potencia de un ordenador moderno.
Y luego por su
peculiar narrativa y sistema de combate.
Es un juego que
sabe jugar sus bazas perfectamente, aprovechando lo básico de los juegos de rol
y acción de antaño (a lo zelda de la Ness, pero sin puzles) en cuanto al
sistema de combate.
Se podría definir
el juego como una vuelta preciosista a las bases del género. Una mecánica
simple, una historia bien narrada y un juego que entra por los ojos.
En el lado
negativo queda una banda sonora algo repetitiva y unas mecánicas que se pasan
de simples para mantenernos enganchados durante las 10/12 horas que puede durar
la aventura.
Vale la pena
jugarlo? Sí, pero sólo si os quedáis embobados mirando las capturas de
pantalla. Para los que busquen sólo un juego para pasar el rato, hay opciones
mejores que ésta.
Valoración Personal: 7,5.
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