Y llegamos al tomo octavo de
Ranma ½ la series que no tiene ni pies ni cabeza pero que sin embargo consigue
seguir entreteniendo tomo tras tomo.
En éste tomo tenemos varias
historias algo más largas, como minisagas, entre las que destaca la del jugador
de cartas (demencial) y la carrera en los balnearios.
Son dos historias que ocupan
varios capítulos y que destacan por algunas cosas: la primera por presentar un
malo cutre a más no poder al que Ranma se enfrenta en unas condiciones
igualmente tristes, una situación que crea el entorno ideal para reírte quieras
o no.
Y la segunda por tener un tipo
de combate atípico entre varios personajes conocidos, cambiando de pareja y
enfrentándose tanto entre ellos como al entorno.
Son dos ejemplos claros de que
cuando la autora quiere el manga funciona, historias surrealistas y personajes
de carácter fuerte que hacen lo mismo una y otra vez pero que sin embargo no
cansan (igual ayuda que me lea un tomo muy de vez en cuando).
Hay otras historias largas (la
del crecepelo o la de la competición de comer con franceses) que complementan
un tomo gordote que dura bastante y te deja satisfecho.
Me ha gustado algo más que los
anteriores.
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