La serie que hoy os traigo es
algo menos conocida que las habituales, una especie de outsider que de momento
cuenta ya con tres temporadas y una cuarta a puntito de acabar.
La serie nos cuenta la
historia de Bo, una súcubo que vive en el mundo de los Fae (seres
sobrenaturales), un mundo superpuesto con el nuestro y que está dividido entre
los que apoyan a la luz y los que apoyan a las sombras.
Es una serie con una gran carga
erótica (qué leches, la prota es súcubo!) y que va contando pequeñas historias
del día a día de ésta Fae tan especial, y es especial porque no ha tomado
partido por ninguno de los dos bandos.
La primera temporada me gustó
mucho, mientras que la segunda fue un bluff importante, así pues, en la tercera
hacia donde van a tirar?
Pues hacia lo de la primera.
Es un acierto cuando los guionistas se dan cuenta que para ésta serie tienen
presupuesto a pequeña escala, que cuando quieren ser épicos queda todo muy
cutre. Una trama que se centra de nuevo en la protagonista, sin un malo maloso
de entrada.
La temporada girará en torno a
la vida amorosa de Bo y su llegada a la madurez como Fae, lo que le llevará a
tener que pasar una serie de pruebas. Además, también entrará en juego el padre
de la prota y algunas tramas que se centran en varios de los secundarios.
El resultado? Una temporada
cortita que sabe lo que quiere, con un tono desenfadado y sensual, sabe cuándo
debe ponerse seria y cuando tirar hacia lo facilón. De verdad que han
encontrado su lugar y lo que puede dar la serie de sí.
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