La película que hoy os traigo
es esas que empiezas a ver a regañadientes pero con cierta ilusión. Lo primero
por experiencias previas con películas del mismo director y lo segundo pensando
que en ésta ocasión sí que te gustará.
Os traigo Django.
La película no es sino un
Western en el que un esclavo es liberado por un caza recompensas con el que
empieza a trabajar y a aprender el oficio. El objetivo? Encontrar a su esposa a
la que vendieron cuando la separaron de él.
Como se puede observar el
argumento no puede ser más simple, la gracia (como siempre con Tarantino) está
en el desarrollo. En éste veremos una película con escenones pensados hasta el
milímetro en los que abundará la sangre gratuita y la acción más salvaje.
A lo largo de la película
asistiremos a varios momentos que intentan definir lo que era el sur de Estados
Unidos en la época final de los pistoleros, pero lo hace desde el extremo, con
personajes muy exagerados que le sientan bien al film.
Son casi tres horas de metraje
en los que Jamie Foxx, Christoph Waltz y (más tarde) Leonardo DiCaprio nos dan
una buena lección de interpretación y sustentan una película gracias en parte a
su excelente trabajo. Porque está bien que haya casquería en un tiroteo, pero
eso no es nada sin escenas ingeniosas (que las hay a patadas) y un buen trabajo
actoral (excelente).
Vale la pena la película? Por
primera vez en una de Tarantino creo que sí. Sigue siendo él, con esa simpleza
en la trama general y su afición a la sangre; pero las escenas ahora sí me
parecen parte de un todo al que mejoran y no trozos sueltos mal pegados como me
parecían hasta ahora sus películas. Vamos, que la suma de las partes comporta
un todo mejor (y las partes de éste director siempre han sido buenas).
Así que si tenéis una tarde
(larga) libre y no sabéis que ver, podéis darle una oportunidad a éste excesivo
western: seguro que no os deja indiferentes.
Valoración Personal: 8,0.
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