Me encanta que el tiempo entre
el tomo anterior y éste no haya sido tan excesivo como en otras ocasiones, esto
me ha hecho meterme mucho más rápido en lo que estaba pasando.
El tomo en sí es una auténtica
delicia, que parece dejar de lado (hasta el último momento) la importantísima
misión que tenía el grupo para hacer lo que mejor sabe hacer: desperdigar a los
protagonistas y meterlos a todos en distintas tramas propias, que en ésta
ocasión me gustan todas!
Parece mentira que en un tomo
salgan tantas cosas, que si Do Flamingo, que si la fruta de Acem que si un
torneo con personajes que tienen historia propia, que si la Marina, que si un
pueblo de duendes… infinidad de elementos que no se hacen para nada confusos y
que dotan al tomo de lo mejor de One Piece: aventura.
Creo que es el mejor tomo de
éste manga en bastante tiempo, y eso que los últimos me habían gustado, pero no
tanto. Un gustazo que me hace ver que el horizonte de One Piece es luminoso
como pocos, una serie que con 71 tomos te enganche desde la primera página de
su último tomo hasta la última… inaudito.
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