Hubo un juego indie que en el
momento de su lanzamiento me llamó la atención, de hecho lo acabé comprando al
poco tiempo. Me llamaban su aspecto visual colorista y su planteamiento jugable,
pero entre que salió algún tripe A en las mismas fechas y que me petó la PS3
con las partidas guardadas, como que me quedó a medias.
Pero éste verano pasado lo
retomé (con la excusa de que me daban su segunda parte en el PSPlus) y hoy os
traigo mis impresiones.
Historia: En el típico mundo de fantasía medieval encarnaremos a
una ladrona, un guerrero y un mago que se ven envueltos en una aventura para
recuperar el misterioso artefacto conocido como Trine. Un artefacto legendario
del que poca cosa más conoceremos.
Con tal de conseguirlo, los
tres héroes se enfrentarán a una búsqueda que les llevará por diversos parajes
y les enfrentará a una gran cantidad de no muertos.
Es una trama muy sencilla,
narrada entre niveles a modo de cuento y que no es sino una excusa para
presentarnos la siguiente localización. Bastante flojita, la verdad.
Apartado Técnico: Trine es un juego muy colorista, de esos que
tiene un buen apartado artístico y que te entran por los ojos aunque tengan
unos añitos a sus espaldas y no contaran ya en su momento con un presupuesto
demasiado abultado.
Destacan sobre cualquier otra
cosa los escenarios, en los que los tres
personajes (grandes y bien animados) tendrán que pasearse para llegar hasta el
Trine.
Una banda sonora resultona
(con un tema principal pegadizo) y un doblaje al castellano bastante decente
redondean un apartado técnico notable para el tipo de juego del que se trata.
Jugabilidad: El meollo del asunto. En Trine tendremos una aventura
de plataformas de las de toda la vida, de esas en las que avanzamos por un
mundo 2D intentando encontrar el camino correcto y superando a los enemigos que
nos encontremos.
Lo bueno y “original” viene en
la combinación de habilidades de los tres personajes (intercambiables en
cualquier momento) que nos dan múltiples posibilidades para afrontar los retos,
ya sea con la fuerza del caballero, la agilidad de la pícara o la magia del
mago. Ésta variedad sumada a los inteligentes (pero no desesperantes) puzles que
nos encontraremos hacen que Trine se amolde a casi cualquier tipo de jugador.
El resto es más o menos lo de
siempre: saltos bien medidos, enemigos con patrones de ataque bastante
sencillos, elementos que descubrir por el escenario y unos viales de
experiencia que mejoran los poderes de nuestros personajes de distintas maneras
(todo muy básico también).
De esos juegos muy sencillos
de controlar, pero que gracias a los puzles y a sus distintas formas de
encararlos (el combate igual) se hace lo suficientemente entretenido como para
tenerte con el mando en las manos las 8/12 horas que puede duraros una primera
vuelta (más si queréis sacar todos los extras).
Opinión Personal: En ésta primera entrega de la franquicia Trine,
sus responsables cogieron ideas antiguas (ese Vikings de Blizzard) y las
supieron modernizar lo suficiente como para darnos un plataformas muy vistoso y
con un fondo jugable de la vieja escuela.
Es un muy buen juego
descargable, de esos que están en la Store (o en Steam) y que podemos encontrar
de oferta de vez en cuando (en Steam lo he visto a dos euros, precio por el que
recomiendo encarecidamente su compra).
A los fans de las plataformas
es un juego que les gustará mucho, que demuestra que cogiendo ideas antiguas se
pueden hacer obras muy entretenidas mediante mecánicas que a día de hoy no
están demasiado explotadas.
Por mi parte ya tengo en la
PS4 la segunda parte de éste buen plataformas indie, y os recomiendo que si lo
encontráis a precios similares al que os he dicho más arriba os hagáis con él y
le deis una oportunidad. Creo que vale la pena.
Valoración Personal: 8.
Valoración Metacritic: 83.
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