Impresionante, así es como
defino éste sexto número de los Muertos Vivientes.
Tenemos un número que cuenta
con el final del secuestro de nuestros personajes por parte del Gobernador, con
una de las escenas de violencia explícita entre seres humanos más bestias que
he visto en éste comic hasta el momento.
El ritmo de éste tramo de la
historia es altísimo, incluso con los trozos intercalados de preocupación por
parte de los que han quedado en la cárcel. Es crudo a más no poder, sangriento,
violento no sólo físicamente si no de forma psicológica…
Y encima termina con una
posible confrontación futura y el ejemplo perfecto de cómo les han cambiado
unos meses en éste mundo tomado por los zombis: Rick ya no es el policía que
era, ha cambiado mucho en apenas seis números, y me da que el futuro le depara
una gran cantidad de palos por recibir.
Además, no sé si me he acostumbrado
al dibujo pero el caso es que empieza a gustarme, pegándole mucho al tipo de
historia que cuenta.
Cada nuevo número de ésta
serie me gusta más que el anterior, y es difícil, porque el nivel del número
anterior era altísimo. Me encanta y me sorprende, se puede pedir más?
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