Una de esas series que nos
sorprendieron la temporada pasada no fue otra que Vikings, una recreación
histórica de lo que era la vida de los vikingos avalada por el canal historia.
Esa temporada sorprendía por
lo bien hecha que estaba (con menos dinero que otras producciones) y las
grandes elecciones de casting para su elenco de personajes. Además, la trama
enganchaba y la crudeza de la vida vikinga daba ese plus necesario en toda serie
que se precie.
El reto para la segunda
temporada se presentaba difícil, ya que las expectativas tras la primera eran
muy altas. Y debo decir que han cumplido la difícil papeleta.
La nueva tanda de capítulos
nos presenta a un Ragnar ya conde, enemistado con otro conde y aliado de un
rey. Éste triángulo de poder se mantendrá durante toda la temporada, ya sea con
intrigas entre ellos o con alianzas para invadir tierras inglesas.
Además hay otro triángulo
amoroso, lo que unido a la evolución de algunas lealtades y a un salto en el
tiempo de unos años a media temporada nos da como resultado una serie algo más
ágil.
Es de esas series que si os
gusta la temática que tratan no debéis dejar pasar bajo ningún concepto, eso
sí, sabed que los vikingos son gente muy chunga y puede que algunas de las
cosas que pasan en pantalla no sean para estómagos sensibles.
Yo espero con muchas ganas la
tercera temporada de Vikings, y os invito a todos para que la veáis y me digáis
qué os parece.
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