Hoy toca hablar de una
película que en su momento no tenía claro si me apetecía ver o no. Veamos, de
un lado estaba la Scarlett Johansson en ella (que siempre da puntos) y era de
ciencia ficción. Pero del otro le veía algo raro que no acababa de convencerme.
La película arranca cuando el
personaje interpretado por Scarlett Johansson debe entregar un paquete a una
especie de mafioso. Resulta que en él hay una nueva droga de diseño, droga que
por motivos que no mencionaré acaba dentro del organismo de la protagonista,
despertándole poco a poco las partes del cerebro que todos tenemos dormidas.
El arranque de la película es
muy prometedor, con una buena puesta en escena mezclada con imágenes
pseudocientíficas unidas a un narrador (Morgan Freeman) que nos cuenta algunas
cosillas interesantes para el devenir de la trama. La acción no tarda en
aparecer, la intriga es evidente, y el ritmo, pese a ser peculiar no deja de
estar bien medido.
El problema lo tenemos con el
tramo final (una media hora de la hora y media que dura todo), en él la cosa
acaba desmadrándose y dirigiéndose sin remedio a una conclusión en la que todo
parece desunido, con personajes que pierden el carisma que pudieran tener o
actuaciones inexistentes (por exigencias del guion) que unidas a ese final tan
insatisfactorio hacen que la sensación final sea agridulce.
Por suerte la película es
cortita y tanto el planteamiento como el nudo están bastante bien hechos (y la
acción también).
La lástima esa sensación que
te queda al pensar lo que un mejor director hubiera podido hacer con la misma
trama (y cambiando el final), un Nolan por ejemplo te hubiera dejado un
peliculón.
Valoración Personal: 6,2.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, se va desinflando y el final te deja bastante chafado. Una verdadera pena.
Como más lo pienso más rabia me da el derrotero que acaba tomando ésta película.
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