Y seguimos con Gantz, eso sí,
no os preocupéis porque va quedando poco y hoy os traigo una saga que ocupa la
friolera de seis tomos.
En ésta ocasión empezamos con
la muerte del protagonista y la llegada de dos de sus asesinos al equipo Gantz
(los vampiros). Allí el grupo se entera de lo que ha sucedido y decide que
resucitará a Kurono en cuanto pueda. Acto seguido son transportados a Osaka y
se enfrentan a un enemigo como nunca antes habían visto, además de encontrarse
con otro grupo de gente que ha sobrevivido varias veces a los 100 puntos.
Como saga de acción es un
auténtico placer, su autor se regala con viñetas gigantes, escenarios abiertos,
enemigos aberrantes y mucho gore y sexo. Además, las escenas de acción son una
maravilla, lo que unido a un enemigo poderosísimo da como resultado una saga
que se consume rápido y se disfruta en su vertiente de la acción.
Pero en lo argumental la cosa
se queda parada: los vampiros apenas hacen nada, el grupo protagonista va
apareciendo a ratos, los que han sobrevividos son insufribles (aunque se ven
frikadas absolutas como los premios por ir pasando rondas) y el drama que se
intenta crear nos importa poco porque lo hemos vivido ya y con personajes que
nos importaban más.
Y al final otra revelación del
niño asqueroso (que parece saberlo todo pero lo dice cuando le sale de los
cojones) diciendo que el fin del mundo está cerca y que sólo quedan siete días.
En fin, seis tomos divertidos
de leer pero que no aportan absolutamente nada a la obra y demuestran que el
autor está a pasárselo bien él e ignorando completamente la intriga o el
interés que las preguntas de Gantz nos puede suscitar.
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