El post de hoy trata de la
última minisaga de Gantz justo antes de meterse con la última y más larga (10
tomos del tirón). Es curioso que la cosa se destape, se explique de dónde salen
las bolas negras y quién lo ha fabricado todo y te quedes igual.
La parte de las revelaciones
es increíble (de que no te la crees) y no va a ninguna parte, mientras que lo
interesante viene por la parte del equipo protagonista: una misión en Italia
con multitud de equipos de otros países, muerte, destrucción… y al final de
todo una resurrección egoísta que nos deja con dos Kuronos sobre el mundo
(buena premisa que no se explotará, como siempre).
En conjunto queda una trama de
transición hacia la última, la del fin del mundo, en la que vemos acción,
tenemos explicaciones, hay situaciones nuevas… y te da ya bastante igual. Una
sensación de indiferencia que acaba de asentarse y que hace que éste manga ya
pase a ser una inercia más que otra cosa. Vamos, que es aquí donde la cosa
acaba de romperse y pasa a ser puro fanservice, sin nada más detrás (y eso que
fanservice ya era desde el principio).
Una auténtica lástima, porque
sigo diciendo que la acción es muy buena, el dibujo excelente, el ritmo notable
y las premisas estupendas; incluso los desarrollos se hacen interesantes, pero
en las resoluciones se vuelve algo aburrido y sin pies ni cabeza, con más
agujeros de guion que el Tesoro de Manitu (referencia que sólo entiendo yo) y,
en definitiva, pierde el empuje que tenía.
Veremos los diez últimos
leídos del tirón qué tal son, pero sabiendo lo que pasa mucho me temo que me
aburriré bastante.
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