Una de las series americanas
que se dieron en televisión hace un tiempo cuyo tráiler te hacía tener ganas de
verla era Resurrection, una serie en la que un chaval volvía a casa muchos años
después de su muerte.
Dicha serie me supuso un bluff
importante, ya que no pasaba de entretenida. Pero al saber que se basaba en una
serie francesa a la que todo el mundo ponía por las nubes, me dispuse a vérmela
para ver si era simple manía al remake o realmente estaba mejor la del país
galo.
La serie francesa tiene un
inicio similar, pero aquí empieza con la muerte de un grupo de estudiantes que
va en un autobús. Tras el trágico suceso vemos cómo unos años más tarde los
padres y familiares hacen lo que pueden para seguir adelante, con reuniones de
grupo, eventos, etc…
Pero un buen día hay algo que
cambia, y una de las chicas que iba en ese autobús aparece sin recordar nada
del accidente y como si nada hubiera pasado.
Como no podía ser de otro modo
no es la única persona que vuelve, todos con sus historias y familiares y todos
con algo en común.
Es interesante cómo va
volviendo gente de distintas épocas, y cómo la serie nos da pinceladas sobre lo
que puede estar pasando o de dónde procede todo el problema (con unas escenas
de un par de personajes que parecen inconexos con el resto).
La serie rezuma calidad por
los cuatro costados, mostrando un drama con toques de ciencia ficción
sobrenatural que atrapa desde su inmejorable primer capítulo (en mi opinión el
mejor de la serie). Además, enseguida nos deja claro que es más importante el
contarnos el drama de las familias o las historias de cada una de ellas que meterse
en temas sobrenaturales, dejando esa parte en un segundo plano.
A efectos formales
(fotografía, música, calidad de la imagen, etc…) es una serie muy superior a la
americana, se nota que se ha hecho con mimo y talento.
Por lo que hace referencia a
los actores tenemos un buen plantel, tanto de principales como de secundarios,
que se hacen individuales y carismáticos en apenas unos minutos de metraje.
Para ésta primera temporada de
ocho capítulos se nota mucho que han puesto toda la carne en el asador, dando
como resultado un producto bastante redondo y que sorprende mucho por su
altísima calidad (nada que ver con las series de España).
Es cierto que tiene algunos
problemas, como el dejar demasiado de lado el porqué está pasando todo o alguna
decisiones de guion que parecen Deus Ex. Incluso el final no acaba de gustarme.
Pero el conjunto de la temporada es de esos que vale la pena verse a poco que
os haya gustado la premisa u os vayan los dramas.
Ha salido hace poco la segunda
(y última) temporada, así que a no tardar os comentaré si queda todo más o
menos cerrado o si han sabido mantener el nivel de calidad. Ta veremos.
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