Si me decías que acabaría por
comprarme el primer volumen del manga (y por consiguiente todos los demás) tras
ver el primer capítulo del anime de One Punch-Man me lo hubiera tomado a
cachondeo. Esa serie de acción y humor que no tenía pies ni cabeza era
imposible que me enganchara tanto como para hacerme con el manga. Qué
equivocado estaba.
Ahora, con el número en papel
entre mis manos os comentaré un poquito la experiencia (la reseña del anime ya
está hecha).
One Punch-Man nos propone la
historia de Saitama, un japonés normal que de un día para otro decide
convertirse en superhéroe como hobby. Han pasado tres años desde entonces, y a
día de hoy Saitama no tiene ningún tipo de interés por nada, y es que lo que en
un principio iba a ser una vida de peligros ha acabado siendo una sucesión de
villanos a los que literalmente revienta de un solo puñetazo.
Con capítulos auto conclusivos
conoceremos las primeras amenazas, veremos lo deprimido que está Saitama y se
nos introducirá el primer secundario conocido como Genos (un ciborg con cierto pasado).
De momento sigue la tónica de
esos primeros capítulos del anime que no me convencían, pero tiene un apartado
visual sobresaliente y un sentido del humor que, pese a ser bastante japonés,
no deja de hacerte esbozar una sonrisa en todo momento. Buena acción, buen
dibujo, guion por aparecer.
Recomiendo su compra? Si no
hubiera visto el anime diría que no, así que por el momento dejaré ésta
recomendación en suspenso hasta que lea unos cuantos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario