Sé que me estoy haciendo
pesado, pero ante las facilidades que da una plataforma como Netflix es de
cajón que vaya viendo el material que tienen en ella antes de ponerme con cosas
que me es algo más difícil conseguir. Así, cuando un amigo me recomendó darle
un vistazo a la serie basada en Abierto hasta el amanecer (con la que comparte
título) no dudé ni un momento en acercarme a los diez capítulos de la primera
temporada, y según qué tal estuvieran pasar a ver la segunda.
En ésta primera temporada empezaremos
presentando al grupo que acabará protagonizando el tramo final, y lo haremos
poco a poco y por grupos, empezando con dos hermanos que acaban de huir de un
banco tras robarlo, con la mala fortuna de encontrarse con dos rangers en la
tienda en la que paran a comprar un par de cosas. Siguiendo por uno de esos
rangers y saltando a una familia en un viaje de unión tras la muerte de la
madre.
Los primeros compases no son
para nada lo que uno esperaría, centrándose en la pareja de ladrones y cómo
interaccionan con el resto, así como empezar a introducir poco a poco cierto
elemento sobrenatural, con uno de los hermanos viendo cosas y oyendo voces que
le empujan a matar. Son éstos primeros capítulos los que más descolocan,
esperando ver la orgía de muerte de vampiros o una serie de miedo algo
agobiante, uno acaba encontrándose ésta huida hacia adelante mientras seguimos
conociendo a los personajes y se va presentando el elemento sobrenatural.
Hasta que a mitad de temporada
llegan al local de la película y las cosas se animan un poco (desgraciadamente
en el capítulo 7) para bajar de nuevo de allí hasta el final.
Sabía que la serie iba a tener
un toque de película serie B, lo que no me esperaba era que éste fuera tan
evidente. No es un demérito cuando estás buscando una serie de acción malilla,
pero cuando te cuesta tanto arrancar que aburres al espectador y luego tampoco
es que sepas rematar… acabas por tener una serie a la que le falta bastante
para llegar a ser divertida.
Los personajes son estereotipos
bastante manidos, y eso que el grupo de protagonistas cuenta con actores
sobreactuados que tienen cierta gracia, cantando en ocasiones pero dentro del
tono general de la serie.
Los efectos especiales tiran
entre el maquillaje y el Cgi, cantando mucho cuando van hacia lo segundo y
siendo una evolución de Buffy cuando estamos en lo primero.
Así que ya lo sabéis, los que
busquéis una serie macarra, divertida y malilla no es necesario que os acerquéis
Abierto hasta el amanecer; es un producto que no proporciona lo que debería
proporcionar y se queda en tierra de nadie.
No la critico porque sea
malilla (eso se le presupone), la critico por no ser divertida y aburrir.
Veré la segunda temporada? Sí,
pero porque tengo un problema mental que me impide dejar las series a medias,
pero podéis apostar a que tardaré un poco en ponerme con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario