Hoy os comentaré un poquito
por encima los tomos que van del cinco al trece de la Espada del Inmortal. El
corte en el 13 ha sido un poco aleatorio, porque más que acabar una saga me ha
parecido que los personajes estaban en un punto distinto.
Durante éstos ocho tomos hemos
podido conocer mucho mejor al grupo del “enemigo”, tanto sus orígenes como sus
objetivos, además de humanizarlo muchísimo hasta el punto que se puede llegar a
perder de vista que es el supuesto malo de la colección.
Y no sólo al lector le va
cambiando el punto de vista, a los dos protagonistas también les sucede que van
viendo algunas cosas positivas en el grupo de Anotsu, siendo más afines a ellos
que a los que luchan contra ellos, creándose una paradoja bastante interesante.
Por si fuera poco la nómica de
personajes sigue aumentando, además de profundizar más en ellos. Tenemos desde
el bakufu y el grupo de criminales que trabaja para él hasta los miembros de un
dojo. Y por si fuera poco está la aparición de Shira, el personaje más
desagradable y cabrón de toda la colección, un auténtico sádico al que veremos
de vez en cuando.
Ha sido un tramo de la
historia que ha cundido bastante, traiciones, búsqueda de salvoconducto,
separaciones, etc… y encima con un tramo final simplemente magistral entre el
combate que le da fin y el trozo de viaje de la protagonista con aquél al que
ha jurado asesinar.
Gran obra con grandes
personajes que no son blancos o negros, sino con una escala de grises
intermedia la mar de interesante.
Me está encantando releerla
toda del tirón. Gana muchísimo.
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