Llega a su fin una serie que
me ha acompañado a lo largo de muchos años, lo hace con un tomo 72 que recupera
parte del espíritu que hizo que me gustara tanto, pero que sigue arrastrando
problemas de los que ha tenido la serie en su etapa final.
Para empezar, todo el tema del
mundo Ninja y la guerra ya da igual. Ni lo biju, ni Rikudo… nada tiene sentido
a éstas alturas en la saga final de Naruto. Posiblemente la peor de todas.
Por otro lado se deja
enseguida de lado para pasar al conflicto de siempre: Nauro vs Sasuke y sus
visiones del mundo. Un combate entre amigos para hacer cambiar de parecer a un
Sasuke que parece perdido de nuevo. Por suerte son sólo unos capítulos.
Y luego, salto en el tiempo
para ver cómo está todo.
Es una pena que un tomo que
podría haber sido entrañable a poco que se hiciera un repaso exhaustivo de los
personajes que han poblado éste manga (y que le hicieron grande, no nos
olvidemos que un buen shonen vive más de sus secundarios que de los combates)
hubiera quedado un final más redondo. Por el contrario tenemos apenas unas
pocas viñetas para despedir… en fin, supongo que el cansancio de llevar una
serie semanal durante 700 entregas debe afectar incluso para darle un final más
redondo.
Con todo, esperaba un último tomo
inferior a éste, supongo que los precedentes no pintaban demasiado bien. Ha sido
un cierre que se puede considerar satisfactorio tras una saga bastante floja
(con momentos muy malos); al menos termina y no sigue arrastrándose queriendo
subir de nivel los combates y dejando de lado a los personajes.
En un tiempo haré la reseña de
la serie al completo, y posiblemente me la relea del tirón éste verano. Así que
habrá Naruto un tiempo más por el blog. En la reseña ya me explayaré sobre lo
que ha supuesto Naruto o sobre cómo ha ido evolucionado; ahora sólo diré que,
quitando el tramo final, me parece un shonen bastante bueno que ha marcado una
época dentro del género, así que si no os habéis acercado a ésta obra, bien
podéis darle una oportunidad.
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