Poquito a poquito voy viendo más anime, una
afición que ocupaba muchas horas de mi tiempo libre antes y que ahora parece
que voy recuperando (en pequeñas dosis). Si la serie a ver es cortita (12
capítulos) y de fácil acceso (está en Netflix) como que apetece más.
Estudio: Madhouse
Nº Capítulos: 12
Novela Ligera Original de: Yuu Kamiya
Historia: Un par de hermanos son conocidos como
jugadores profesionales, un solo alter en internet que les identifica como un
jugador legendario que nunca pierde una partida y que es experto en cualquier
juego.
Estos dos, que además de tener problemas
sociales (incapaces de salir de la habitación) dependen el uno hasta el punto
de tener ataques de pánico cuando están separados, reciben un buen día una
misteriosa invitación para jugar. Tras ganar una ardua partida, son
transportados a una especie de mundo alternativo, por el Dios del mismo, donde
todo se dirime mediante juegos.
Allí irán haciéndose con las leyes que rigen
el mundo, convirtiéndose enseguida en una fuerza a tener en cuenta que puede desestabilizar
el equilibrio de poder entre todas las razas.
Juego tras juego veremos cómo funciona el
mundo y nos irán presentando a más y más personajes, pero siempre con la pareja
protagonista en primer plano.
Un punto de partida interesante y con
situaciones muy chulas, pero que pierde por no tener un final cerrado (seguro que
habrá segunda parte) y por tener algunas resoluciones de los juegos demasiado
Deus Ex Maquina.
Apartado técnico: Cada vez que me pongo a ver un
anime moderno me pasa lo mismo: me parece que visualmente está bastante por
delante de lo que veía yo en su momento. En ésta ocasión tenemos un apartado
artístico bastante destacable (muy colorido, con personajes carismáticos y
efectos en pantalla mucho más que resultones. No en vano estamos ante una
producción del conocido estudio Madhouse.
Y ya se sabe: producción de estudio conocido
y de corta duración acostumbra a dar un resultado visual destacable.
En lo sonoro contamos con una banda sonora
cumplidora, sin más. Con un opening y un ending que no merecen ser destacados.
Personajes: No son demasiados los personajes
con un papel relevante durante la serie, al menos no lo son si quiero
manteneros libres de spoilers. Los principales son los siguientes:
Sora: El hermano mayor de la pareja de
gamers, tiene 18 años y un gran poder de observación, además de una
personalidad un tanto ruin y cierta obsesión con su virginidad. No le hace
ascos a hacer trampas mientras juega.
Shiro: Hermana pequeña de la pareja de
gamers, una experta en todo lo que tenga que ver con cálculo de probabilidades.
Tiene una gran dependencia hacia su hermano, sin el que no puede ni tan solo
respirar. Un personaje interesante pero que depende demasiado de su otra mitad.
Stephanie Dolla: Nieta del anterior rey del reino
de los humanos, intenta hacerse con la corona mediante los juegos, por
desgracia se le dan rematadamente mal. Un personaje totalmente fanservice.
Tet: Aparentemente es el único Dios
que queda dentro de éste mundo, un ser que parece aburrirse y que ha ido a por
los dos hermanos para ver si le acaban por suponer un reto. Un personaje
juguetón y que aparece poco.
Otros: Como ya he dicho hay unos
cuantos personajes más, no en vano es un mundo con un buen puñado de razas
distintas a las que la pareja protagonista intentará vencer. Pero siendo
sinceros no ha habido nadie que me haya parecido demasiado carismático, supongo
que no tienen espacio para desarrollarse dentro una serie tan corta.
Opinión Personal: No Game no Life tiene un
inicio interesante, de esos que a un freak como yo le llaman la atención: un
mundo virtual donde se resuelve todo a base de juegos? Póngame dos.
El apartado técnico está bastante bien, el
tono de la obra tampoco está nada mal, entre el humor más eichi y momentos
serios donde se están jugando cosas bastante chungas. Así que por aquí tampoco
tengo ninguna queja.
El problema con éste anime lo tengo en su
desarrollo, con juegos que a priori pueden parecer interesantes pero que se
pierden en absurdeces o en resoluciones totalmente pilladas por los pelos, para
nada inteligentes (en su mayoría). Y eso, en una obra que basa gran parte de su
atractivo en los juegos es un problema muy gordo.
Es una lástima, porque si se cambiaran los
juegos y resoluciones absurdos por cosas del estilo de Hunter x Hunter
(imaginación y lógica, aunque sea retorcida) tendríamos como resultado una obra
notable.
Tal y como se nos presenta queda como un
entretenimiento intrascendente que tiende a olvidarse a la que pasan unas pocas
semanas desde que lo has visto, algo que no deja poso y que encima queda
inconcluso. Es posible que mi opinión cambie un poco si la segunda temporada va
completando los huecos de ésta primera, pero tal y como se presenta el producto
en éstos momentos mi valoración no puede ser otra.
Valoración
personal: 6.
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