Han pasado unos meses y vuelvo
con One Punch Man, concretamente su sexto tomo, que nos lleva hasta la saga
donde nos dejó el anime.
En ésta ocasión tenemos una
amenaza de un nivel tan brutal que han tenido que reunirse todos los héroes de
clase S para hacerle frente. Y Saitama.
El nivel de poder que se le
supone a la amenaza que nos tiene ocupados durante éste tomo (y mínimo el siguiente)
es de tal envergadura que no tengo ni idea por dónde seguirán pasado éste
punto. Por el momento nos queda la suerte de poder disfrutar de los mayores
héroes de la tierra en acción. Y de Saitama.
El combate entre Saitama y su
enemigo se antoja de proporciones bíblicas, con rayos, explosiones, hondas de
energía y ostias como panes.
Por suerte no sólo de acción
vive ésta obra, y el humor sigue presente incluso en los momentos más tensos
(el primer “combate” de Saitama en la nave es para verlo). Un humor que define
a éste manga.
Y luego está el otro elemento
definitorio: un dibujo espectacular. Es un gustazo pararse a contemplar algunas
de las viñetas. Se nota que el autor disfruta como un enano y se recrea en
muchas de ellas.
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