Hoy traigo una serie que no
llenará titulares ni tendrá una legión de fans detrás, pero que para mí viene a
llegar un hueco que se iba quedando huérfano con la marcha del Mentalista y de
Castle. Hablo de las series procedimentales con asesor.
En ésta ocasión tenemos una
serie de trece capítulos (en la primera temporada) que tiene como punto a favor
que el asesor es, ni más ni menos, que Lucifer.
De éste modo iremos pasando de
un caso a otro (siempre distintos) mientras conocemos más cosas sobre Lucifer y
la inspectora, teniendo de fondo una trama para cada uno: Lucifer con un ángel
que le quiere llevar al infierno otra vez y la inspectora un caso que la
atormenta desde hace tiempo.
La dinámica de la serie es
tirando más al humor que a otra cosa, asemejándose en varios puntos a Castle. Y
el que el protagonista tenga una serie de poderes y nadie le crea cuando lo
cuenta también tiene su punto.
Bien hecha, interesante… quizá
los dos actores principales estén un poco sobreactuados a veces, pero el papel
también lo pide y se van encontrando más cómodos según avanzan los capítulos.
No nos engañemos, a día de hoy
(una sola temporada) no es ninguna maravilla, pero tiene suficientes elementos
originales (como que Lucifer tenga psicóloga) como para enganchar a los que
disfruten con éste tipo de series. El tiempo dirá si se convierte en un referente
del género o pasa al olvido, pero elementos para conseguirlo los tiene, así que
a poco que os guste la premisa os gustará la serie.
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