Que Robet Kirkman es un buen
guionista de comic es algo indiscutible viendo cómo se maneja con tres series
mensuales de éxito (The Walking Dead, Invencible y Outcast), así que no es de
extrañar que, tras el éxito televisivo de la adaptación de la primera de éstas
series, la industria se haya fijado en otra para llevarla a la pequeña
pantalla.
La serie nos lleva a un
pequeño pueblo americano, concretamente a la figura de un padre de familia
alejado de su mujer y su hija por culpa de algo que pasó en el pasado y que le
hace ser la oveja negra del pueblo.
Lo curioso es que en éste
pueblo parece que está pasando algo de índole sobrenatural, evidente cuando
vemos el respeto que se le tiene al cura del pueblo, hasta el punto de que el
jefe de policía le da manga ancha para hacer cosas cuanto menos, cuestionables.
Y es que parece ser que ha
habido multitud de casos de posesiones demoníacas en ésta pequeña ciudad.
Posesiones que parecen rodear al hombre que he mentado al inicio por motivos
desconocidos.
La serie nos llevará durante
diez capítulos de la mano tanto del hombre con un extraño don como del
sacerdote en su investigación para intentar descubrir lo que sucede en la
ciudad y qué leches tiene que ver el protagonista. Pero lo hace lentamente,
descubriendo poco a poco los dramas personales de cada personaje y dejando caer
pequeñas pildoritas de información que pueden no contentar al aficionado medio
a la televisión.
Porque no nos engañemos, es
una serie bastante lenta, con muy poca acción, pero que sobresale en el
tratamiento de los personajes y que puede llegar a explotar en futuras
temporadas a poco que nos expliquen qué leches está pasando. Algo que no hacen
en ésta primera.
Como temporada cerrada te deja
con cara de tonto, no en vano no resuelve absolutamente nada de lo que plantea.
Pero si la disfrutas capítulo a capítulo, dejándote envolver y sin ninguna
expectativa por conocer el final de la historia (que se me antoja muy lejano)
te da un buen drama con tintes sobrenaturales.
Personalmente la he disfrutado
mucho, quizá ha sabido conectar conmigo, aunque reconozco que no es para todo
el mundo ni se trata de ninguna obra maestra. Ya veremos cómo sigue en la
segunda temporada (que debería ser un pelín más rápida si no quiere acabar
cancelándose), pero de momento me parece una buen primera toma de contacto con
la historia de Outcast.
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