Uno de los mangaka más de moda
de los últimos años es, sin lugar a dudas, Hiro Mashima, un hombre que ha sido
capaz de colarnos un par de series manga seguidas y que parece tener un don
para dar con la tecla necesaria para vender tomos. Pero antes de ser el
superventas que es hoy con Fairy Tail, tuvo una primera obra larga algo menos
conocida que fue la que me enganchó a mí (y de la que la segunda bebe
bastante), os estoy hablando de Rave.
En éste primer tomo de la obra
(ya terminada e incluso reseñada en el blog) el autor nos presenta una historia
típica de cualquier shonen que se precie: un chaval que vive en una isla con su
hermana y al que su padre abandonó (la madre está muerta) pesca en el mar una
extraña criatura, una criatura que parece estar relacionada con algo que
sucedió hace 50 años y que destruyó el 10% del continente.
Y ya la tiene liada: aparece
un señor mayor que le cuenta lo que sucedió, se le hace entrega de la espada
Eissenmeteor: el único arma capaz de vencer al mal que está renaciendo por el
mundo y que encargan unas gemas llamadas Dark Bring y se le encomienda la
misión de destruir a éstas Dark bring a la par que aprende a usar los diez
poderes de su espada.
Combates, acción, humor, y un
diseño de personajes muy particular, con seres extraños (como el mismo Plue)
apareciendo ya desde el primer tomo.
Sinceramente creo que para ser
el primer tomo de un autor joven el bueno de Mashima consiguió presentar un
trasfondo, un mundo, un misterio, un protagonista, la mascota… un buen puñado
de elementos que seguirían en Rave hasta el final y que destacaban a éste manga
del resto.
Eso sí, también se nota que el
dibujo es primerizo, estando muy lejos de lo que hemos podido ver en tomos más
recientes.
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