Nuevo tomo de Rave, un tomo
bastante especial porque termina con cierta parte de la trama e incluso se
puede sentir como un cierra a la obra. Pero por suerte la editorial no decidió
acabar con Rave, sino que siguió unos cuantos tomos más.
El tomo en sí nos narra la
lucha de Haru y su padre con el dirigente de Demoncard. Una lucha típica a más
no poder, con personajes que se levantan cuando ya no pueden más, heridas que
deberían matar a un hombre y sigue luchando, recuperaciones milagrosas con la
lucha acabada… pero sigue siendo entretenido.
Lo bueno viene en el flashback
donde se nos narra la historia de los dos personajes (King y el padre del
protagonista). Es una historia trágica que parece que se viene repitiendo entre
los descendientes de la familia real de dos países desde hace generaciones. Una
especie de maldición que les hace enfrentarse una y otra vez.
Y por último tenemos el final,
trágico como no acostumbran a ser los de éste género, con muertos, entierros e
incluso lágrimas a moco tendido. Eso sí, no os preocupéis que el regusto final
es más feliz, con un nuevo (o tres) objetivo por delante y la promesa de muchas
más aventuras.
Sinceramente echo de menos en
éste autor sagas que terminen de forma trágica, que tengas la sensación de que
puedes perder a los personajes en cualquier momento, que si no acaba por perder
la obra toda la tensión que pudiera tener.
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