Los dos primeros juego de la saga
Oddworld fueron un auténtico revulsivo dentro del género plataformas/puzzle en
la primera playstation, y lo fueron no sólo por su revolucionario apartado
visual, sino por una gran propuesta jugable y una historia que acababa por
llegar al corazón.
Ahora, muchos años más tarde me
enfrento al remake de ese gran clásico, y éstas son mis impresiones.
Historia: En New and Tasty tomaremos el control de Abe, un ser que
está encerrado en una planta de procesado de alimentos, planta en la que
trabaja para la especie que ha esclavizado a los suyos.
Pero un buen día descubre cuál
será el siguiente plato en el menú de tan voraces esclavistas: su propia
especie. Así, horrorizado ante el descubrimiento decide huir de la fábrica y
buscar un lugar seguro donde refugiarse.
Y ésta es la historia, la de la
huida de Abe mientras intenta rescatar a todos los miembros de su raza posible;
una huida en la que irá descubriendo algunos secretos sobre los suyos y en la
que acabará por convertirse en una especie de elegido.
La verdad es que la trama es
escueta, aunque se cuenta bien y consigue llegar al jugador.
Apartado Técnico: En su momento fue un juego totalmente puntero,
pero han pasado dos décadas desde entonces y el lavado de cara se hacía
necesario a todas luces.
Y hemos tenido suerte: el equipo
encargado del remake ha cogido todos los mapas y enemigos del original y los ha
rehecho con tecnología actual, lo que da como resultado un juego de scroll
lateral de una gran belleza visual.
A ver, no es nada puntero y se le
podría catalogar casi de indie, pero es bonito de ver.
Donde sigue conservando toda la
magia es en el apartado sonoro, no sólo por las melodías, ino por las voces y
efectos que tan bien nos trasladan al mundo de Oddworld.
Jugabilidad: La madre del cordero dentro del juego. Tenemos un
juego que podría llamarse evolución del primer Prince of Persia. Un juego de
plataformas y puzles en el que tendremos que usar nuestras crecientes
habilidades para esquivar a nuestros enemigos e ir huyendo de la fábrica donde
trabajamos.
La gracia está en que no
tendremos acción, sino que tendremos que usar nuestro intelecto, poderes y
escenario para conseguir avanzar salvando al máximo número de compañeros
posibles.
Los escenarios son los mismos que
maravillaron en el original, y el control también, así que no debería haber
grandes diferencias… hasta que ves que han eliminado los tiempos de carga entre
pantallas estáticas.
Esto último modifica la
jugabilidad del juego, permitiendo que haya enemigos que nos siguen de una zona
a otra, y hace algunos puzles un pelín más fáciles mientras que otros los
dificulta.
Con todo, nos queda una buena
mezcla de plataformas y puzzle que hará las delicias de cualquier aficionado al
género.
Opinión Personal: Como he dicho al empezar fui muy fan de los dos
primeros juegos de Oddworld, una franquicia que estaba llamada a ser larga y
que, sin embargo, se quedó en el recuerdo de los jugones de la época.
A día de hoy es una experiencia
jugable distinta, muy nostálgica, pero alejada de lo que se lleva en los
juegos. Mucho más cercana al mundo indie que al AAA.
Personalmente he encontrado que
traslada fielmente la esencia del juego original, modificando ligeramente la
jugabilidad y dándole un lavado de cara necesario para que las nuevas generaciones
de jugones se acerquen a él.
Creo que es un remake que
disfrutarán especialmente los nostálgicos, recuperando la dificultad de antaño
y una aventura a la que se coge cariño.
Dicho todo esto la experiencia
final ha sido menos satisfactoria que la del juego original. Y digo esto porque
el tipo de juego ya no es lo que me apetece jugar, no siento la aventura como
algo nuevo ni me quedo fascinado por la historia de Abe. De hecho, casi
prefiero jugar al juego original (por los tiempos de carga entre pantallas) que
a éste estupendo remake. Sé que es algo extraño, pero como es un juego muy de sensaciones
y yo soy un tanto especial… pues eso, que me ha gustado menos.
Queda un juego notable para los
nostálgicos o los que quieran acercarse a ésta obra clásica. Un ejemplo de cómo
deberían tratarse los remakes de juegos de la época que demuestra que yo he
cambiado mucho como jugador.
Valoración Personal: 7,8.
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