Que Urasawa en un auténtico
genio no debería sorprender a nadie cuando tiene obra como Monster, 20th boys o
Yawara en su haber, así que es normal que Billy Bat tenga un nivel altísimo. La
cosa está en que sigo sin tener claro si la serie en su conjunto me acabará
gustando o no, ya que el muy mamón sigue abriendo líneas argumentales a la vez
que recupera cosas que creíamos olvidadas.
Y en éste tomo quince pasa
precisamente eso. De un lado seguimos adelante con la historia del nuevo
dibujante para Billy Bat, una historia que es lineal en el tiempo (por decir
algo) y que tiene varias ramificaciones interesantes.
Luego están los flashbacks, o
los saltos temporales hacia atrás para contarnos otra historia relevante,
incluso para recuperar cabos sueltos… y aquí Urasawa vuelve a lucirse, ya que
empieza a verse un tapiz general para la obra, una intención en algunas cosas
que habían quedado colgadas y que nos demuestra que no ha olvidado.
En éste quinceavo tomo me lo
ha pasado como un enano, y eso, en una trama que no visitaba desde hacía meses,
tiene un mérito enorme. Además, no sólo he disfrutado con todos y cada uno de
los capítulos del tomo sino que me ha hecho recordar tomos anteriores con mayor
cariño del que sentía por ellos y me ha hecho mirar hacia los siguientes con
interés en lugar de con cierta apatía.
Así que ya os debéis haber
dado cuenta de que me ha gustado mucho, quizás no sea el tomo que más me ha
gustado hasta el momento, pero sí que es el tomo que ésta obra necesitaba a
éstas alturas (o que yo necesitaba leer de la misma). Un auténtico gustazo.
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