Os sorprenderéis de ver una
reseña de ésta serie y que ésta no sea ni siquiera de su primera temporada al
completo, tan sólo trece capítulos, los que completan el primer arco
argumental. El motivo no es otro que el haber visto los trece capítulos en dos
días y que tenga ganas de comentarlos.
Trollhunters es una serie que
nos viene de la mano de Netflix, creada por Pixar y Guillermo del Toro y basada
en un libro de éste último junto a otro creador.
La premisa es sencilla: un
chico de quince años es elegido por un amuleto para ser el cazador de trolls,
un título que acaba de quedar vacante y que implica luchar contra una facción
malvada de ésta raza (junto a unas cuantas cosas más).
Como no podía ser de otro modo
veremos cómo el protagonista sigue el camino del héroe, con entrenamiento,
rivales, enemigos recurrentes, traiciones, enamoramientos… y lo hace junto a su
mejor amigo mientras intenta que su doble vida no afecte a su vida habitual.
Hasta aquí todo bastante
normal, pero es que una historia normal puede destacar si se hace con cariño y
cuidando todos los aspectos de la misma, y eso es lo que sucede aquí.
Lo primero que llama la
atención es el aspecto visual. Nada debería sorprendernos cuando viene de la
mano de Pixar, pero os recuerdo que hablamos de una serie cuya primera
temporada tiene 52 capítulos, ahí es nada, e incluso así consiguen un apartado
visual impecable. Y no sólo por lo buenos que son, sino porque el apartado
artístico es estupendo.
Luego te pones a ver la serie,
nada demasiado original ni que te llame la atención, pero sin darte cuenta te
has visto tres. Y eso es un punto muy a favor de la serie, está pensada como
una película muy larga y no como una sucesión de aventuras inconexas. Así,
cuando te quieres dar cuenta la trama te ha atrapado y te has encariñado con
los personajes. Estás perdido.
Los personajes se hacen
entrañables, no sólo el protagonista, sino que todos están hechos para que te
compres los peluches o el merchandising que vengan. Buenos diseños, buenas
personalidades y un desarrollo gradual que no se siente para nada forzado.
Por si fuera poco, en éstos
trece primeros capítulos se nos cuenta un arco argumental completo, así puedes
hacer un parón para coger aire antes de encarar los siguientes trece.
Ahora me preguntaréis si es
una serie infantil. A ver, lo más similar sería cómo entrenar a tu dragón. Una
película que puede ver todo el mundo. Para que os hagáis una idea la he visto a
trozos con mi hijo de tres años y se ha quedado encantado; pero no por ello
deja de ser una serie que no vayan a disfrutar los asiduos a Pixar.
El mundo es rico, los
personajes molan, la acción está bien rodada, visualmente es impecable y la
trama engancha. Que es infantil? Posiblemente, pero no por ello deja de ser una
serie muy recomendable para ver con los niños o nosotros mismos si no hemos
perdido a nuestro niño interior. Yo la estoy disfrutando muchísimo.
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