De la mano del guionista Dave
Gibbons, nos llegaba a principios de los noventa una colección que intentaba
recuperar el espíritu de los World Finnest: una colección compartida entre
Batman y Superman que había durado 45 años en publicación. Veamos qué ofrece
éste comic.
Historia: Batman y Superman son dos héroes cuasi antagónicos, el
día y la noche del mundo Dc. Pero cuando sus mayores villanos (el Joker y Lex
Luthor) deciden cambiar temporalmente su ámbito de actuación se verán obligados
a colaborar para pararles.
Es una trama sencilla, hasta
clásica, que basa su fuerza precisamente en el homenaje que hace constantemente
a las historias y personajes ya conocidos y a la relación entre los dos héroes,
viendo cómo se enfrentan a amenazas poco habituales para ellos.
Sí, por medio hay cierto plan de
Luthor, incluso al Joker se le pasa algo por la cabeza. Pero no es esa la
fuerza de ésta historia, sino ver cómo los héroes son capaces de colaborar por
distintos que sean, mientras que los villanos lo tienen totalmente imposible.
Dibujo: Igual que la trama puede considerarse un guiño a la edad
del plata del comic americano, el dibujo también se siente una modernización
del dibujo clásico.
Por suerte es una modernización
hecha con gusto, que mantiene el sabor añejo, pero que cuenta con unas
proporciones más que correctas, composición de viñetas moderna, buenos diseños
de personajes y algunos dibujos realmente trabajados (llenos de detalles).
No es un comic que a mí me
entrara por la vista, y menos al principio, pero según avanzas en la trama y
ves de que pie cojea, te das cuenta de que no podría haber un dibujo mejor para
ella. Sorprendente.
Personajes: Tenemos entre manos un comic muy buenista, que nada se
parece a lo que saldría en los años noventa, y como tal tiene unos personajes
que se pasan de cándidos (villanos incluidos). Veamos los principales.
Superman: El niño bueno por antonomasia, incluso bromean con lo de
bajar gatitos de los árboles. Es un personaje interesante, de la época en la
que era pura luz y bondad, un personaje que traía esperanza. Le tenemos a él y
a sus sospechosos habituales (Jimmy, Lois, etc…) en un papel que recuerda al
Superman de Christopher Reeve.
Batman: Con el traje de los 60, tenemos un Bruce que tiene su fama
de Playboy, y un toque de esa oscuridad siempre presente en el personaje. Pero
no es más que un toque, quedando un personaje amable, para nada hosco, una
mezcla entre el Batman moderno y el de tiempos pretéritos. Es curioso pero
funciona bien.
Joker: Un payaso loco que sólo parece querer divertirse. Lejos
queda el personaje retorcido y cabrón que conocemos a día de hoy. Si incluso da
representaciones en la calle con sus secuaces!
Luthor: Hombre de negocios, pero no el genio que es a día de hoy.
Un hombre que urde planes con cierta maestría, pero planes falibles. Quizás me
guste más que el Joker, pero es porque tiene más peso en la trama. De nuevo,
irreconocible.
Opinión personal: Superman/Batman los mejores del mundo no deja de
ser una curiosidad, un comic que no aporta nada nuevo al mundo de los
superhéroes, que se limita a remarcar lo distintos que son (ellos, sus vidas,
sus alter ego y sus ciudades) pero lo capaces que son de llevarse bien cuando
es necesario, hasta el punto de convertirse casi en amigos.
Es un comic revival de una época
pasada, hecho con mucho mimo y ligeramente modernizado para los tiempos que
corren. Un comic interesante, divertido de leer, pero que tampoco aporta nada
al lector más allá del entretenimiento.
Trama sencilla, dibujo adecuado,
desarrollo predecible, villanos insulsos… curiosamente lo que mejor funciona
son los dos protagonistas, su relación y cómo se enfrentan a las amenazas.
Así, al final lo que tenemos
entre manos es un comic del montón, bonito, nostálgico, pero del montón. De
esos que quedan en la estantería olvidados y que raramente se vuelve a coger.
Valoración Personal: 6.
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