Llega al blog la que es hasta
el momento la última temporada de Arrasted Development, una serie sobre familia
altamente disfuncional repleta de gente con taras.
En ésta ocasión el eje de la
temporada será la desaparición (y posible asesinato) del personaje conocido
como Lucille 2. Un asesinato del que toda la familia es sospechosa (de forma
individual) y que llevará hasta el límite las relaciones entre ellos.
Cada vez que me pongo con un
capítulo de ésta serie me sigo preguntando cómo es posible que haya conseguido
durar tanto. No porque sea especialmente mala, es que con los actores que ponen
en pantalla uno esperaría algo menos de vergüenza ajena (humor del tipo
vergüenza ajena, no me malinterpretéis).
Y es que las tramas me parecen
cada vez más locas, los personajes más exagerados y que, en general tiene todo
muchísimo menos sentido del que debería. Pero el caso es que sigo viéndola y me
sigue entreteniendo.
Ver a personajes como el hijo
engañando a todo el mundo, a la sobrina haciéndose pasar por una anciana para
tener un lugar donde vivir, al hermano en prisión o al padre planteándose su
sexualidad... son sólo algunas de las cosas que pasarán en ésta temporada
(rescatada por Netflix).
En fin, que igual acabamos
viendo una sexta temporada (o no), pero el caso es que ésta quinta sigue con la
línea marcada por las anteriores, por lo que si habéis llegado hasta aquí es
que os gusta. Pero el caso es que no consigue estar a la altura de las grandes
comedias actuales (y tampoco es que lo intente muy fuerte).
Valoración Media Imdb: 7,58.
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