Hiro Mashima es un
genio de los shonen, es un tipo que dibuja bien, crea personajes carismáticos,
tiene buenas ideas y consigue hacer combates interesantes. Pero tiene un
problema: muchas veces funciona por inercia en lugar de por tener un plan
preestablecido, y es algo que le pasa desde su obra anterior (Rave). Así, que,
a sabiendas de eso, uno se puede acercar a su obra sin problemas.
Porque en éste tomo
tenemos un ejemplo de libro: combates emocionantes, buenos momentos... pero que
no aportan absolutamente nada más allá de seguir elevando la tensión ante el
enfrentamiento final que tiene que llegar contra Zelef.
Un Zelef que viene
perfilándose como final Boss (junto a Acnologia) y que nos revela en éste tomo
el origen de todos los matadragones, un giro de esos abracadabrante que es
difícil de tragar pero que te deja con el culo torcido.
Algo más? Sí, un
fanservice femenino que ralla en lo ofensivo hasta para mí. A ver, no está mal
dibujar a los personajes femeninos ligeros de ropa DE VEZ EN CUANDO, pero es
que lo raro ya es que se tapen. Venderá más por hacer ésto? Probablemente, pero
lo mucho aburre.
En fin, un tomo más,
que sigue divirtiendo y ya es más de lo que pueden decir muchos de sus
competidores.
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