Sigue la interesante historia de Zetman, la trama de ciencia ficción en la que una corporación ha creado a unos monstruos aparentemente descontrolados y a alguien con mucho poder al que no encuentran.
En éste tomo lo primero que llama la atención es el salto temporal hacia delante, los personajes han crecido, los monstruos parece ques iguen campando a sus anchas y, en general, la vida ha seguido su curso.
Éste salto nos sirve para presentar del todo a la familia Amagi (los creadores de los monstruos) introduciendo al padre y al hijo (conocíamos a la madre, hija y abuelo). Especialmente al hijo, un chaval que quiere ser un héroe y aprovecha la tecnología de su familia para hacer sus pinitos como héroe.
Y luego tenemos lo que ocupa casi todo el tomo: un incidente durante un incendio provocado por uno de los monstruos. Incidente en el que tanto el protagonista como el hijo de los Amagi participan para intentar ayudar, cada uno a su manera.
Me pasa como con el primer tomo: está bien escrito, tiene buen ritmo, el dibujo es tremendamente vistoso (especialmente todo el tramo del edificio en llamas) y tanto los personajes como la trama avanzan a buen ritmo. Veremos qué tal sigue, pero éstos dos primeros tomos son altamente recomendables.
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