Todavía no sé por qué, pero he
visto la segunda temporada de The Client List, sí esa en la que la Hewitt
enseña canalillo.
La serie sigue mostrándonos
cómo la buena mujer, intenta ganarse la vida dando masajes algo especiales en
un spa donde va gente con pasta. Lo hace por su familia y todo eso…
Lo entretenido (se supone) de
la nueva temporada es la vuelta del marido y el triángulo amoroso que debería
haber con el hermano del mismo, lo que unido a problemas por investigaciones de
prostitución en la ciudad deberían dar como resultado una serie cuanto menos
graciosa.
Pero no, los quince capítulos
no pasan de aburridos en ningún momento, las tramas son sosas, previsibles y
sin nada de fuerza, las actuaciones son para pegarles y, la serie en sí es un
pedazo de mierda muy grande.
En el momento de escribir esto
la serie está en el aire, y espero desde lo más profundo de mi corazón que
cuando salga el post la hayan cancelado de una puñetera vez, porque me conozco
y seguiré viéndola aunque se me caigan los ojos…
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