Pero qué ganas tengo de que
termine ya éste suplicio, Bleach en su tomo 68 da lo que venía pidiéndole desde
hacía tiempo: que se dejara de combates absurdos y se centrara de una puñetera
vez
en la trama, haciendo que leerse un tomo ocupara más de cinco minutos.
Pues bien, éste tomo hace
precisamente eso, pero lo hace tan mal que se hace largo, echándose de menos
los combates absurdos y sin sentido, así al menos pasaba el mal trago más
rápido.
Y mirad que sigo pensando que
hay cosas rescatables, y que la trama general no está tan mal, pero es en los
detalles y en la forma de resolver las situaciones cuando éste tomo hace aguas,
poniendo cosas vitales para la trama de sopetón (y sin pistas previas) o
añadiendo personajes que no vienen a cuento a éstas alturas de la película.
Lo único que me ha gustado es
la solución que ha encontrado el nuevo comandante de la Sociedad de Almas para
hacer frente a la amenaza, porque es que ya ni el villano tiene carisma (saber
su poder, absurdo y que no debe funcionar siempre) y no digo ya el grupo
protagonista, que pasaba por allí…
En fin, que lo leo por
completismo y masoquismo (comprándolo y engordando mi estantería), pero estoy
deseando que llegue el final.
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